Málaga

Los hosteleros de Málaga aplauden que se amplíe hasta final de año una mayor ocupación para las terrazas

  • Los vecinos del Centro hablan de una situación de "descontrol" con numerosos locales "incumplidores" 

Un grupo de clientes, en la terraza de un bar del Centro de Málaga.

Un grupo de clientes, en la terraza de un bar del Centro de Málaga. / Javier Albiñana

La decisión del Ayuntamiento de Málaga de permitir hasta finales de año una mayor ocupación de las terrazas de bares y restaurantes es recibida con la misma satisfacción por el sector hostelero que rechazo por parte de los vecinos del Centro histórico. Mientras los primeros consideran que la iniciativa municipal, que tiene que ser ratificada por la Junta de Gobierno Local, viene a ayudar a un sector particularmente dañado por el coronavirus, los segundos ponen de manifiesto que existe un "descontrol" en la zona Centro de la ciudad.

Para el presidente de Mahos, Javier Frutos, el planteamiento del área de Comercio es "positivo". "Todo lo que sea ayudar a salvaguardar la seguridad sanitaria y que ello permita no perder mesas es positivo”, señaló. 

Sin embargo, siendo favorable, no parece que ello vaya a hacer que estos empresarios puedan levantar el vuelo tras ya casi cuatro meses de pandemia, los primeros de los cuales permanecieron cerrados, funcionando de manera muy mermada en el último periodo. 

"Es verdad que depende de la zona, pero en líneas generales la situación es bastante complicada porque hay muchos negocios que lo estamos pasando muy mal", insistió Frutos, quien puso el acento en que es la estructura de gastos, con especial relevancia para los alquileres, que tienen que soportar estos negocios lo que "hace muy complicada la supervivencia de muchos". 

La afectación es superior en las zonas turísticas. Eso, en el caso de Málaga capital se percibe en el Centro, si bien hay otras localidades como Marbella y Nerja donde los resultados también son negativos.

Precisamente, con el objetivo de reactivar el casco urbano, el Ayuntamiento viene trabajando desde hace algunas semanas en un plan para atraer clientes a los comercios y restaurantes de la zona. Sobre esta iniciativa, Frutos cuestionó que una vez llegados a acuerdos sigan sin ponerse en marcha. "Se está haciendo lento; pasan los días y las semanas y el perjuicio que tenemos a nivel empresarial es muy grande y la acción del Ayuntamiento muy lenta", afirmó.

La reacción de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo ante el movimiento municipal es crítica. Si bien aceptó inicialmente las medidas tendentes a flexibilizar la situación de los bares y restaurantes, también advirtió de que esa resolución "contenía graves defectos que impedían el distanciamiento personal".

"El desarrollo de la ampliación en el Centro sólo puede calificarse como descontrol absoluto y consciente", llega a asegurar Alejandro Villén, secretario del colectivo vecinal, quien aseguró que buena parte de los locales no respetan la distancia de 1,5 metros entre mesas, "aprovechando la ampliación para colocar más sillas y mesas". 

Sobre ello, insistió en que las terrazas se extienden a los locales contiguos y bloquean la salida de los portales; "las calles peatonales se llenan de clientes sin mascarilla dejando un paso de menos de dos metros, impidiendo que los transeúntes puedan mantener el distanciamiento".

"Actualmente tenemos documentados medio centenar de locales con graves incumplimientos, si el Ayuntamiento de Málaga no ha querido o podido controlarlo hasta ahora, nadie va a pensar que vaya a hacerlo en el futuro", sentenció.

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