Un hotel distinto a los demás

Calidad en sus instalaciones y buen trato con el cliente. Éstas son las características que han hecho posible que el touroperador alemán Thomas Cook haya elegido al hotel Amaragua de Torremolinos entre los cien establecimientos mejores del mundo, de los más de 5.000 que trabajan habitualmente con esta empresa. No obstante, este premio es muy especial, puesto que son los propios clientes los que eligen a los mejores hoteles basándose en el grado de satisfacción que han tenido durante su estancia. "Este es el quinto año consecutivo que nos dan este premio y hace dos años incluso entramos entre los 10 mejores clasificados. Es una gran satisfacción para todo el equipo humano y puedo presumir que la plantilla del hotel está muy integrada en nuestro proyecto de trabajo", explicó el propietario del establecimiento, Miguel Sánchez.

Pero el Amaragua es mucho más que un simple hotel, es uno de los buques insignias de este municipio y uno de los más conocidos por su larga trayectoria: "El hotel se inauguró en el año 1965 pero nosotros nos hicimos cargo de él, el grupo empresarial MS, en 1995 y le realizamos una reforma integral ya que unimos dos hoteles el Jorge V y el Amaragua en un solo edificio", recordó, Miguel Sánchez.

El hotel cuenta con distintas instalaciones, entre las que destacan ocho salas para realizar congresos, entre ellas una para más de mil personas, varias piscinas y un spa con todo tipo de servicios para los clientes, lo que hace posible que esté calificado dentro de la categoría de cuatro estrellas plus: "Ahora mismo estamos construyendo un aparcamiento para 217 plazas y además otras 38 suites, gracias también a las ayudas del Plan Qualifica", añadió Sánchez. De hecho en estos momentos el Amaragua cuenta con 288 habitaciones, la mayoría de ellas con vistas al mar, el cual se convierte en el elemento protagonista de la decoración, ya que está situado a escasos metros de la playa.

No obstante, la estacionalidad es otro de los problemas muy presentes en el Amaragua, como en el resto de los establecimientos hoteleros, "una asignatura pendiente que la Costa del Sol arrastra desde hace años", según el empresario. Por ello, y a pesar de que la crisis no está afectando al turismo por ahora de manera tan llamativa como a otros sectores, Sánchez asegura que hay que buscar "la vacuna" contra ella: "Tenemos que mantener la calma y la ilusión. Tenemos un producto y una marca muy bien consolidada como es la Costa del Sol y tenemos que mantenerla", añadió.

De hecho el veterano empresario explica que hay que establecer estrategias para atraer el turismo senior, cultural, y el de congresos, además de los que ya están presentes en el día a día de la Costa del Sol. Y el hotel Amaragua es un buen ejemplo de cómo hacer el trabajo para hacer posible este deseo de futuro.