Junio ha sido, en líneas generales, bueno para el sector hotelero malagueño. A falta de unos días para finalizar el mes, la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) estima que acabará con una ocupación del 81,8%. 

El mayor tirón se ha producido en Málaga capital, con un 88,5%, gracias a la organización de numerosos congresos, especialmente el DES que tuvo lugar la pasada semana y que congregó a 14.000 asistentes en la ciudad con el plato fuerte del ex presidente de Estados Unidos Barack Obama. Durante los tres días de este congreso los hoteles de la capital estuvieron prácticamente llenos. Por otra parte, en Nerja habrá una ocupación del 83,9%, en Benalmádena un 83,8%, en la Axarquía un 81,1% o en Fuengirola un 80,4%. Están más flojos en Antequera, donde apenas alcanzar el 50% o en Frigiliana y Torrox con un 60%.

Un 81% de ocupación media en junio es un dato positivo, aunque en el sector se esperaba algo más porque en junio de 2019 se alcanzó el 84%. Son casi tres puntos menos, pero también es cierto que el 2019 fue un año de récord histórico para la Costa del Sol y que en este 2022 hay muchas incertidumbres desde el punto de vista económico.

La guerra entre Rusia y Ucrania ha disparado el precio del combustible, de la luz, del gas, de alimentos, etcétera. La inflación está por las nubes en España y en el resto de Europa y desde la propia Aehcos reconocen que este verano tendrán que subir sus tarifas en torno a un 10% para recuperar algo del ingente gasto que acumulan. Viajar, por tanto, este verano va a ser casi una heroicidad para el bolsillo, porque el día a día de los ciudadanos está saliendo mucho más caro. 

A eso hay que añadirle los efectos de la pandemia en las líneas aéreas. Redujeron personal por la falta de clientes y no han conseguido recuperar el terreno perdido en la misma proporción que la demanda. Mucha gente quiere viajar y las líneas aéreas tienen menos recursos, lo que está provocando que haya cancelaciones y retrasos. En Ryanair los sindicatos han convocado incluso una huelga para los últimos días de este mes y principios de julio. En Easyjet han seguido el ejemplo y también quieren hacer huelga en julio. Además está habiendo saturación en los pasos de las fronteras y los controles de seguridad. 

Todas estas cosas pueden frenar el deseo de un turista a hacer una reserva, gastar dinero e irse de viaje. Aún así, parece que tras dos años de pandemia y tristeza, pueden más las ganas de pasarlo bien que el ahorro. El turista internacional está volviendo con fuerza y ya representa el 65% del total. No obstante, el presidente de Aehcos, José Luque, detalla que "estamos observando una ligera ralentización" en mercados como el alemán donde se ha reducido un 26% el número de plazas aéreas entre enero y septiembre o del 12% en el británico. 

Mayo fue el primer mes en que se consiguió tener una mayor ocupación hotelera que antes de la pandemia en la Costa del Sol y se esperaba poder seguir la racha en junio. No se va a conseguir, salvo que se disparen las reservas de última hora, y eso ha provocado una relativa decepción en el sector. 

Ahora se está a la espera de ver qué ocurre en julio y agosto, los dos meses más fuertes del año. Por ahora el mercado está un poco parado, ya que la previsión de Aehcos es muy similar a la que ya realizó hace unas semanas. Esperan un 78% de ocupación en julio -en 2019 fue del 84%- y un 77% en agosto -89% en 2019-. Las reservas están lejos de los volúmenes de 2019, pero se confía en que vayan mejorando con el paso de las semanas.

"En cualquier caso, y aunque los datos no son excelentes, cabe recordar que venimos de una situación muy complicada de la que estamos saliendo. El año pasado, en este mismo mes, la ocupación hotelera en la provincia fue del 40,15% y los establecimientos más afortunados apenas llenaron, en la mejor época, el 70% de sus plazas. Esto solo ocurrió en Antequera y Málaga, la mayoría de establecimientos apenas alcanzó el 40%", exponen desde Aehcos. Hace un año cualquier hotelero habría firmado tener una ocupación del 81% en junio o las reservas actuales que hay para julio y agosto. 

En el sector han puesto especialmente la lupa en los meses de septiembre a diciembre. Si son buenos podrán cerrar el año bien desde el punto de vista económico y si hay malas ocupaciones, por el motivo que sea, habrá que esperar a que la situación y la cuenta de resultados remonte en 2023.