Málaga

Una huella en una bolsa de basura por la que se enfrenta a cuatro años de prisión

  • Un vecino de los Asperones, juzgado por tráfico de drogas, por lo que su defensa cree solo "un indicio"

Un vecino de los Asperones, en prisión preventiva desde hace diez meses, se enfrenta una petición de cárcel de cuatro años por tráfico de drogas porque su huella apareció en una de las bolsas de basura en las que la Policía encontró casi 55 kilos de cogollos de marihuana. El juicio se inició en el Juzgado de lo Penal número 1 de Málaga el pasado lunes y será hoy cuando previsiblemente quedará visto para sentencia. El principal acusado, que conducía el coche con la droga, ha reconocido los hechos y ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía, que ha rebajado la pena de prisión solicitada inicialmente a 3 años.

Sin embargo, Juan, el vecino de los Asperones, se ha negado a ningún tipo de acuerdo porque se considera inocente del delito contra la salud pública del que Ministerio Fiscal le acusa y por el que le solicita además de los cuatro años de cárcel, una multa de 180.000 euros. Su defensa explicó ayer que el principal acusado, al igual que reconoció los hechos, también explicó que no tiene relación ninguna con el otro acusado. Su letrado lamenta que la Fiscalía no haya retirado la acusación a pesar de que considera que una huella en el exterior de una bolsa de basura en la que después se encontraban todas las bolsas -ya sin ninguna huella de Juan- solo se puede considerar "un indicio de responsabilidad" que hay que investigar, pero no una prueba de cargo del delito, más aún cuando el principal acusado ha negado cualquier vinculación con él y ni siquiera lo conoce. "De las 52 huellas encontradas, la mayoría son del principal del acusado, otras tantas de personas desconocidas y tan solo una de mi cliente", explicó el abogado.

Juan declaró durante la vista que ha trabajado como camarero, albañil y repartidor y que ha podido tocar bolsas de basura que después un tercero haya podido reutilizar. Además las circunstancias se ven agravadas porque Juan sufre una fuerte pancreatitis ocasionada por una herida abdominal, que requiere de curas diarias; por lo que en los 10 meses que lleva en prisión ha perdido mucho peso y ha contraído incluso hepatitis. Sin embargo, durante el juicio, critica su abogado que ha permanecido esposado, a pesar de la petición realizada a la juez, lo que tachó de un "comportamiento incomprensible de su señoría"; al igual que por el hecho de denegarle la libertad provisional hasta que el delito sea juzgado.

El caso que se está juzgando se remonta a septiembre de 2014, cuando la Policía Nacional, interceptó un vehículo en el que viajaba un hombre con más de 54 kilos de marihuana. Fue el mes de diciembre, una vez que se analizaron las huellas de las bolsas, cuando la Policía requirió a Juan para que se pasara por la Comisaría Provincial, tras lo que fue detenido hasta el día de hoy. Sus huellas constaban por un delito anterior relacionado con otro asunto que poco tiene que ver con los hechos ahora juzgados -un delito de amenazas por un conflicto en el colegio de sus hijos con otro padre-.

El párroco de la barriada, por su parte, ha iniciado una recogida de firmas para intentar ayudarlo.

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