Málaga

La igualdad de género, clave para las empresas: "Hay que cambiar las reglas del juego"

Pepi Sierra, María José  Berlanga, Hortensia  García, Ruth Sarabia,  Mariela Checa y Natalia  Sánchez en el desayuno.

Pepi Sierra, María José Berlanga, Hortensia García, Ruth Sarabia, Mariela Checa y Natalia Sánchez en el desayuno. / Javier Albiñana

La diversidad y la igualdad de género son temas candentes en diversos sectores laborales, como la industria. La inclusión en empresas, tanto grandes como pymes, según expertas es crucial para impulsar estrategias que valoren el talento por encima de cualquier cosa, incluyendo el género, la orientación sexual o la etnia. Además, la diversidad es un activo que aporta rentabilidad a las empresas, promoviendo la innovación y el compromiso social. Así lo debatieron, en un desayuno de redacción organizado el pasado martes por Málaga Hoy en el Museo Carmen Thyssen y patrocinado por Votorantim Cimentos, Hortensia García, organizational Development Manager de VC España; Mariela Checa, presidenta del Colegio de Psicología; María José Berlanga, la vicerrectora de Igualdad de la Universidad de Málaga; Natalia Sánchez, vicepresidenta de la Confederación de Empresarios de Málaga; Ruth Sarabia, delegada territorial de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta en Málaga; y Pepi Sierra, presidenta de la Federación de Mujeres Ágora.

De esta manera, las seis mujeres coincidieron en que las empresas deben seguir apostando por la inclusión de las mujeres en los altos cargos, ya que aportan nuevos valores y actúan de manera diferente a la hora de resolver problemas porque son más democráticas y sus estilos de comunicación son más paritarios. Además, remarcaron que en este ámbito se ha avanzado mucho, pero aún queda mucho por hacer porque las reglas del juego siguen siendo las mismas.

Respecto a estos temas, Hortensia García, organizational Development Manager de VC España, aseguró que se debe impulsar el cambio desde diferentes ámbitos sociales para que “ese engranaje empiece a moverse, no solo en las grandes empresas, sino también en las pequeñas”. “La diversidad de los equipos revierte en una mayor productividad, pero nos gusta trabajar con gente que se parece a nosotros, pero hay que hacer ese esfuerzo”, señaló García. Asimismo, incidió en que “tener gente diferente en los equipos y tener visión a largo plazo, va a sacar al equipo de esa zona de confort”.

Su sector es eminentemente masculino, sin embargo, en su empresa la presencia de mujeres está por encima de la media, que se encuentra en el 13%. Explicó que llevan trabajando en este aspecto más de seis años y de hecho “uno de nuestros compromisos 2030 es la diversidad y la inclusión”.

"El problema es que en líneas generales las mujeres no suelen elegir carreras técnicas y las empresas e instituciones debemos hacer un esfuerzo para acercar a las niñas y jóvenes estudiantes estas salidas profesionales y que las vean como una opción convincente y atractiva para desarrollar su carrera profesional", asegura.

En este sentido, consideró que las nuevas generaciones son claves para cambiar las reglas de juego y empezar desde la infancia. "Es necesario inculcar desde la edad temprana la promoción de la diversidad, la inclusión y la igualdad de oportunidades. Si queremos una inclusión real debemos tener en cuenta a las mujeres que conformar el 50% de la sociedad y olvidarnos de ellas sería renunciar al 50% del talento", señaló.

Por su parte, Mariela Checa, presidenta del Colegio de Psicología, hizo hincapié en que las empresas las mujeres están buscando su hueco, pero también lo están intentando en los colegios profesionales. “Tenemos un 80% de psicólogas y los alumnos la mayoría son chicas. A la hora de la profesionalización todavía nos cuesta tener un puesto de responsabilidad y para eso necesitamos la cota igualdad”.

Gestionan mejor los problemas

Asimismo, apuntó que en aquellas compañías o instituciones donde hay mujeres en puestos de responsabilidad “hay una mejor gestión y mejor capacidad de resolver problemas porque las mujeres somos más democráticas y nuestros estilos de comunicación son más paritarios”. En cuanto a la forma de valorar a las mujeres en el trabajo, Checa señaló que “la mayoría me comentan que no la valoran por objetivos cumplidos, sino por el rendimiento”. Por ello, hizo hincapié en que ese discurso debe cambiar y también el que se muestra a las jóvenes porque se debe “reeducar a las chicas y buscar referentes más afines a ellas con una realidad más igualitaria”.

En términos similares se expresó María José Berlanga, vicerrectora de Igualdad de la UMA, asegurando que la diversidad enriquece la universidad. Asimismo, remarcó que “tenemos una presencia femenina importante en la universidad que se diluye conforme vamos entrando en altos cargos de responsabilidad”.

Por ello, sostuvo que lo que deben hacer desde la institución es “gestionar cómo tratar a ese alumnado que es el reflejo de la sociedad”, al mismo tiempo que se trabaja para conseguir una mejor conciliación para que “la mujer pueda ser madres si lo desea y que no suponga ese techo al que no pueda acceder a esos cargos si quiere”. De este modo, apuntó que la clave está en los colegios. “Donde tenemos que actuar es con las niñas de seis años que es cuando empiezan a tener cosas claras”, concluyó Berlanga.

Educar a chicos y chicas en igualdad

Por otro lado, Natalia Sánchez, vicepresidenta de la Confederación de Empresarios de Málaga, insistió en que en ocasiones las empresas tienen la intención de implantar esa igualdad, pero no saben cómo llevarlo a cabo. Por ello desde CEOE han creado diferentes programas para abrir las puertas a las mujeres a altos cargos. De igual forma, remarcó que a la hora de educar a las nuevas generaciones, no solo hay que dirigirse a las chicas, sino también a los chicos porque “ahí se va a llegar más lejos”.

De igual forma, Ruth Sarabia, delegada territorial de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta, insistió en que “las niñas necesitan referentes en carreras técnicas que le sirvan de ejemplo”. Por ello, a su juicio, se debe mirar en positivo y trabajar para conseguir “la corresponsabilidad e involucrar al hombre” en todos los aspectos.

Asimismo, aseguró que muchas de las actitudes que se tienen en la actualidad se debe a la herencia cultural, generacional y educativa. Por lo que a la hora de llegar a los más pequeños se ha de entrar “de manera transversal, creando una capa que impregne porque sino vamos tarde para todo y a veces fallamos en cómo transmitimos el mensaje”.

Por último, Pepi Sierra, presidenta de la Federación de Mujeres Ágora, expuso que la situación en el trabajo de las mujeres es complicada y desde el tejido asociativo lo llevan observando décadas. En su federación forman a jóvenes e intentan, aparte de tratar el tema de la igualdad, que aprendan a cómo trabajar y tratar con las personas. De igual forma, remarcó que igual que la presencia de las mujeres en los altos cargos sigue sin ser igualitaria, en las mayores de 55 años la situación es peor. “No se van a quedar embarazadas, son más responsables y no las están utilizando como personal de trabajo. Están desperdiciando mucho material humano”, señaló. Al igual que el resto de mujeres, incidió en que se debe educar a los hijos en igualdad para que en un futuro su manera de trabajar refleje lo que han aprendido durante su educación.

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