Los impresores de Málaga
Gráficas Urania fue fundada en 1908 por la Diócesis para editar libros religiosos y en los años 50 fue adquirida por la familia Bueno · En octubre iniciarán un sistema 'web to print'
Urania era para los griegos la diosa de la astronomía y la astrología. Ese nombre mitológico fue precisamente elegido por la Diócesis de Málaga para crear una imprenta en la capital en el año 1908 en la que se editaran libros mayoritariamente de carácter religioso en unión con otra imprenta del mismo nombre en Granada. En los años 50 fue adquirida por los propietarios de la agencia de publicidad Diana y son los que han impulsado todo su crecimiento, basándose en la incorporación de la tecnología de cada época y en la expansión de mercados, llegando incluso la exportación a representar el 10% de sus ventas en estos momentos.
Empezó ubicada en la calle Mosquera y se llegaron a editar hasta 70.000 ejemplares a principios de siglo de títulos como Lo que puede un cura hoy, Mi comunión con María, Manual de los discípulos de San Juan o Costumbres Cristianas, dando un importante salto tecnológico en el año 1925 con la adquisición de la imprenta Monopol.
Al margen del funcionamiento de Urania, en 1937 José Bueno Higuera fundó una agencia de publicidad, Diana, que pronto empezó a hacerse con una cuota de mercado destacada en la ciudad. De hecho, empezaron a necesitar una imprenta para hacer todos los trabajos que le encargaban y en 1953 José Bueno y dos hijos, Antonio y José, adquirieron la empresa. Diana es, curiosamente, también una diosa mitológica, en este caso romana, de la caza.
Un hijo de Antonio Bueno, Juan Andrés, se incorporó a la imprenta en 1964, siendo así la tercera generación, mientras que su hermano Esteban hizo lo propio en la década de los 90. El primero gestiona Gráficas Urania, el nombre que le pusieron en los años 80 al pasar a ser sociedad anónima, y el segundo dirige las riendas de Diana.
Juan Andrés explica que el cambio tecnológico ha ido definiendo el devenir de la empresa ya que siempre se han preocupado por estar a la última para dar un buen servicio. En calle Mosquera editaban libros o las revistas Guión o La Saeta. Hasta los años 70 la impresión seguía los métodos tradicionales, con una tipografía manual y artesanal con cajas. En esa década llegó el offset, una maquinaria entonces revolucionaria, que permitía imprimir de una forma mucho más rápida y automática. "A partir de ahí empezamos la época de expansión, compramos la máquina Heidelberg primero con un color, luego con varios y en los años 90 incorporamos la máquina de imprimir de cuatro colores", afirma Esteban Bueno, quien destaca que "en los últimos 25 años el mundo de las artes gráficas ha evolucionado más que en los últimos siglos". En la preimpresión se pasó de la linotipia a los Macintosh. Entre medias, Urania realizó otra importante inversión al trasladar su sede en 1979 a la actual avenida Juan XXIII, donde siguen.
La tecnología cambia y también la necesidad de los clientes. La empresa ofrece ahora tres tipos distintos de impresión -digital, offset y rotativa- en función del número de ejemplares que se quieran editar y la calidad de los mismos. "Los clientes se decantan ahora más por tiradas cortas y trabajos personalizados por el ahorro y eso nos ha llevado a adaptarnos a las nuevas exigencias", comenta Esteban.
En esa política, por ejemplo, Gráficas Urania está ultimando un sistema de web to print (imprimir desde internet) por el cual el cliente podrá encargar desde la red cualquier tipo de impresión a través de una tienda virtual. Estará operativo en octubre y los usuarios podrán hacer el diseño ellos mismos. Por otra parte, desde hace un par de años editan libros o revistas en formato digital y en versión CD para que los clientes lo cuelguen en sus páginas web y se ahorren la tirada en papel.
La crisis económica, como a todos, les está afectando. En 2007 tenían una plantilla de 30 personas fijas y facturaron cuatro millones de euros. En estos momentos cuentan con 18 trabajadores y el año pasado los ingresos alcanzaron los 2,5 millones de euros.
Su mayor trabajo se produjo precisamente en 2007 cuando imprimieron un millón de ejemplares para la editorial francesa Hachette de un libro escrito en francés y árabe. "Nos arriesgamos mucho con ese pedido pero salió bien. Fue nuestro último gran trabajo antes de la crisis y estuvimos dos semanas sin parar", recuerda Juan Andrés Bueno. No era su primer contacto con editoras internacionales. Urania trabaja de forma más o menos habitual con firmas de Suiza, Italia, Marruecos y Francia que en los momentos álgidos le reportaban el 15% de las ventas y que ahora representan el 10%. En España también cuentan con numerosos clientes.
Los propietarios de la empresa subrayan que en Andalucía "es bastante más barato imprimir que en el norte porque la mano de obra es más barata y la maquinaria es la misma, así que somos competitivos". En la compañía también están particularmente orgullosos de haber sido la primera imprenta en Andalucía en obtener la certificación ISO 12.647-2 de calidad de impresión.
Juan Andrés y Esteban Bueno son, por razones obvias, unos firmes defensores de las publicaciones en papel y creen que, pese al avance tecnológico y la proliferación de ordenadores, tabletas y teléfonos móviles inteligentes, el papel persistirá coexistiendo con la era digital. En cualquier caso, se han vuelto a adaptar a la innovación, como esta imprenta lleva haciendo desde su creación, para intentar seguir vivos otros 100 años.
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