Málaga

La incorporación laboral de la mujer se eleva un 80% en sólo una década

  • En el tercer trimestre de 2009 había 254.500 mujeres trabajando en la provincia frente a las 141.500 de 1999 · Cobran menos y tienen contratos temporales, según CCOO

En Málaga, como en el resto del país, hay más mujeres que hombres y, si el mercado laboral funcionara igual que las estadísticas debería haber, por lógica, más mujeres que hombres trabajando. Sin embargo esto no ha sido nunca así por motivos sociales. Tradicionalmente, la mujer se ha quedado en casa cuidando a los hijos y realizando las tareas del hogar. La sociedad no ha evolucionado tanto como para que haya un giro radical, aunque la mujer, en los últimos años, sí ha apostado fuerte por incorporarse, de una vez por todas, al mercado laboral, aportando así recursos económicos a su familia o consiguiendo una mayor independencia.

Los datos oficiales así lo demuestran. En Málaga había en el tercer trimestre de 2009 -según señala la última Encuesta de Población Activa (EPA)- 254.500 mujeres trabajando (ocupadas), lo que representa un crecimiento del 79,8% respecto al mismo periodo de 1999, es decir, se ha pasado de 141.500 trabajadoras a las 254.500 mencionadas. En el caso del hombre la evolución ha sido mucho más moderada, un 25%, pasando de 258.100 a 323.000 ocupados en una década.

Las causas que han provocado este empuje femenino en el mercado son muchas. Por una parte, la mujer ha entrado de lleno en el mundo universitario, tienen una alta formación y el destino lógico es encontrar un empleo acorde a esa cualificación. Por otra parte, hay numerosas mujeres que, tras haber criado a los hijos, quieren tener una experiencia laboral. "Es una tendencia creciente en los últimos 10 ó 15 años. En los talleres de empleo estamos encontrando cada vez más mujeres de entre 40 y 45 años que no tienen formación pero que quieren trabajar", explica Juan Carlos Lomeña, delegado provincial de Empleo.

"Antes preparaban a la mujer para ser ama de casa mientras que en esta generación es todo lo contrario. Se la prepara en igualdad de condiciones y la mujer quiere trabajar cuando termina sus estudios", asegura Ana María García, presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias y Profesionales de Málaga (Amupema). Hay más mujeres ocupadas pero también se ha elevado la población activa, el número de personas que están en edad de trabajar y quieren hacerlo. En Málaga se ha disparado un 63,4% en una década, pasando de 200.800 en el tercer trimestre de 1999 a las 328.200 del mismo periodo de 2009. Las oportunidades laborales de Málaga han provocado que, según Lomeña, la población activa haya crecido en torno a un 7% trimestral en la provincia, una tendencia que se rompió en el último -llegando incluso a caer un 3%- por la crisis económica.

La diferencia entre la población activa y la ocupada define el número de parados. En este caso, teniendo en cuenta la debacle laboral del último año, la mujer no ha salido muy mal parada. De hecho, el desempleo femenino se ha incrementado un 24,2% en la última década -hasta sumar 73.700 personas en el tercer trimestre de 2009- mientras que el masculino aumentó un 82,3% en el mismo periodo, hasta alcanzar 100.100 parados. Históricamente ha habido más mujeres que hombres sin un puesto de trabajo pero la caída en picado de la construcción -un sector eminentemente masculino- ha cambiado la balanza.

Otra cosa distinta es la calidad de ese empleo. Antonio Herrera, secretario provincial de CCOO, asegura que "con la excusa de la conciliación de la vida laboral y familiar, a la mujer se le están haciendo contratos temporales en lugar de indefinidos, cobran un 10% menos de media y se le dan trabajos de baja cualificación, normalmente relacionados con la dependencia, el empleo de hogar, el comercio o la hostelería".

Afortunadamente no todas las mujeres tienen estos problemas laborales. También hay muchas funcionarias, profesionales liberales o empresarias que tienen su peso en la sociedad, aunque no haya sido fácil llegar hasta ahí. García explica que "ahora se van abriendo caminos, pero antes todo era más complicado". La presidenta de las empresarias malagueñas recuerda que "muchas veces las dueñas de un negocio nos hemos tenido que hacer pasar por secretarias para poder cerrar un acuerdo, porque si la otra parte sabía que la empresa estaba liderada por una mujer perdías credibilidad". Ese lastre aún está presente, "muchas veces entran en mi empresa [García es propietaria de una firma de venta y alquiler de coches] y preguntan dónde está el jefe", afirma.

Poco a poco todo cambia. La distancia entre el número de hombres y mujeres ocupadas es cada vez menor y, si la sociedad deja que se cumpla la estadística, en unos años esta información ya no será noticia.

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