La subida de los precios sigue al alza en Málaga. En vez de mejorar, la inflación continúa subiendo y este mes de julio se ha disparado hasta el 11,4%, siendo esta cifra ocho décimas más alta que el 10,6% del pasado junio. Además, según los datos que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística el IPC en Málaga está por encima de la media de Andalucía (11,2%) y de España (10,8%). Esta subida de los precios es la mayor variación interanual desde que el Instituto Nacional de Estadística registra datos en la provincia.

La inflación la están notando tanto los ciudadanos en sus hogares como los comerciantes y hosteleros en sus negocios. El precio de los alimentos ha ido creciendo hasta alcanzar este pasado mes de julio el 15,7%, frente al 14,5% de junio. Por otro lado, las bebidas no alcohólicas han subido un 8,9%, las alcohólicas un 6,6% y el tabaco un 2,7%.

Los datos reflejan la realidad a la que se enfrentan los malagueños día a día. La subida de los precios se observa tanto en los supermercados como en las gasolineras. En este caso el precio de la electricidad, el gas y otros combustibles ha aumentado un 46,1%, mientras que la utilización de los vehículos personales, en el último año, lo ha hecho un 21,3% y un 9,3% la adquisición de vehículos.

En cuanto a los hoteles y restaurantes, su coste ha subido un 9,7%, por lo que alojarse en un hotel o comer fuera en un restaurante o un chiringuito a pie de playa es más caro que hace un año. En este sentido, los sectores de la hostelería y los comerciantes están siendo los más afectados. Por ello, Manuel Villafaina, presidente de la Asociación de Empresarios de Playas de Málaga, ha asegurado que debido a esta subida de precios van a tener menos beneficios porque no solo deben pagar más por la luz y los alimentos necesarios para su negocio, sino que “no nos ha dado tiempo a subir el precio en las cartas”, por lo que tendrán que hacer frente a ese gasto.

Por otro lado, Salvador Pérez, presidente de Málaga Comercio, insiste en que al subir el precio de todos los productos y de la luz, tienen que subir el precio de todos sus productos y concluye en que “las ventas no son tan buenas como nos gustaría y como necesitamos”. Además, añade que los comerciantes no están contentos y solo les queda esperar y ver que sucede a partir de septiembre.

En el Mercado Atarazanas, los dueños de los puestos también están viendo mermadas sus ventas, debido a la inflación. David tiene un puesto de frutas y asegura que la subida de los precios ha sido tal que ha tenido que encarecer sus productos por partida doble. Esto se debe a que ha aumentado su precio para hacer frente a la inflación y por el aumento del coste de los productos a la hora de adquirirlos.

En esta misma situación se encuentra Manuel. El malagueño ha tenido que subir el precio de su pescado y ha observado que “la clientela no viene a comprar y si alguien quiere un producto bueno, el precio está por las nubes”. En este sentido, Jesús en su puesto de especias asegura que todo ha subido y que se ha visto obligado a aumentar el precio final de sus productos para poder tener beneficios y aunque considera que vende menos “la gente tiene que comer y compra igualmente, pero gastando más”.