El informe definitivo de la autopsia de Lucía Vivar, la niña fallecida en Pizarra la semana pasada horas después de que se perdiera su pista cerca de la estación, sitúa la hora de su muerte entre las 5 y las 7 de la mañana, según publicó este lunes la revista Interviu. Esta hora coincide con el tiempo de tránsito del primer tren de Cercanías, que partió a las 6 horas desde la estación María Zambrano, con destino a Álora. Fue el maquinista del tren el que dio el aviso de la aparición del cadáver de la niña poco antes de las siete de la mañana del 27 de julio.

Dicho informe revela también la ausencia de restos tóxicos en el cuerpo de la menor, una de las pruebas que habían solicitado los investigadores para comprobar si la niña había ingerido alguna sustancia. En la autopsia tampoco se han encontrado lesiones con las que se pueda determinar que sufriera un ataque o una agresión sexual ni ADN de otra persona.Este informe viene a completar la autopsia realizada el mismo día de la aparición del cuerpo, que concluyó con que la niña falleció de un traumatismo creneoencefálico severo, una lesión compatible con un golpe de la locomotora.

Los resultados del Instituto de Medicina Legal han sido enviados al Juzgado de Instrucción número 10 de Málaga, que es el encargado de la investigación del caso.

La pequeña Lucía desapareció sobre las 23:20 del 26 de julio en la estación de tren de Pizarra cuando se encontraba jugando con sus primos tras una cena familiar en el restaurante de la pro propia estación. Las batidas de familiares y voluntarios no lograron localizarla y una cámara la grabó andando sola en la proximidad de la vía.