Málaga

El ingenio logra vencer al bolsillo

  • En estos días de gastos muchos buscan salidas que no mermen sus ganas de disfrutar como congelar el Cartojal comprado en el supermercado un día antes, salir comidos de casa o venir en bicicleta.

Cuando el bolsillo se resiente ante la actual situación económica, hay que agudizar el ingenio para intentar gastar menos en Feria. La economía anda mal para todos los bolsillos y no son pocos los que buscan maneras de aprovechar al máximo el dinero que tienen destinado para estos días de fiestas. Del ahorro no se libran ni matrimonios ni el visitante más joven, y es que en este 2012, toca disfrutar, pero mirando la cuenta corriente. Trucos hay muchos. Es el caso de Jacinta y Antonio, un matrimonio que llevan disfrutando la Feria juntos durante más de 30 años. Ellos confiesan que este año bajan menos al centro ya que prefieren "comer en su casa y después venir a pasearnos y ver el ambiente". Ellos tenían la costumbre de antes de pasearse por el centro, parar a comer a base de un par de raciones de jamón y queso, pero este año les ha sido imposible.

El ingenio de los jóvenes llega a puntos extremos. Un grupo de chicos avanzaba por calle Granada con una nevera de playa. "Este año hemos comprado el Cartojal en un supermercado y lo hemos congelado. Después nos lo traemos en la nevera y nos ahorramos unos euros", comentaba Ricardo, uno de los que portaba ayer los recipientes con la bebida. Otros prefieren ahorrar en transportes. Los dos euros del autobús, que se convierten en cuatro si lo tomas a la vuelta, es demasiado para Clara Montes, una joven que vive en la Colonia Santa Inés y que prefiere "ir andando al Real de la Feria que tardo 30 minutos. Ya a la vuelta si cojo el autobús porque es muy tarde y vengo más cansada".

Más aventurero es Francisco, que hace el trayecto entre el Puerto de la Torre y el centro en bicicleta. De esta manera "hago un poco de ejercicio, y si bebo algo, no tengo que coger el coche. Además me sirve para despejarme del alcohol". Francisco deja la bicicleta en casa de un amigo que vive cerca del Corte Inglés y así se ahorra "que al volver me encuentre con la sorpresa de que me la hayan robado".

Otros directamente optan por pasar menos días de fiesta. Es el caso de Fernando y Marta, un matrimonio joven que este año ha visto como uno de ellos perdía el trabajo y están pasando un verano bastante más económico que el deseado. "Cuando normalmente bajábamos tres o cuatro días a la Feria, este año hemos bajado dos, y no creo que bajemos más", declaraba Marta. Pero no todos gastan menos que el año pasado en estas fiestas. Pablo Rueda paseaba ayer con su hijo pequeño mostrándole la Feria, mientras éste portaba un trompeta de juguete. "Nuestro propósito era gastar menos, pero con el crío es complicado. Entre lo que te gastas en comida, en juguetes que se le antoja y en el aparcamiento del coche que me lo tengo que traer, este año he gastado mucho más", aseguraba el joven padre.

La fiesta continúa tanto en el centro como en el Real, y la maña de los malagueños para intentar gastar menos dinero surte efecto. Puede que haya menos dinero en el bolsillo, pero los ciudadanos intentan que esto no les interrumpa la diversión.

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