Málaga

Tres inmigrantes se ocultan en una cuba de chatarra de un barco para llegar a Málaga

  • Los jóvenes fueron descubiertos en el puerto africano

  • Estaban atrapados entre los hierros y tuvieron que ser rescatados por los bomberos

Uno de los jóvenes, atrapado entre la chatarra en la que se intentaban ocultar.

Uno de los jóvenes, atrapado entre la chatarra en la que se intentaban ocultar. / M. H.

Desde hace algunos meses, la llegada de inmigrantes a bordo de barcos se ha incrementado en las aguas malagueñas. Y aunque la patera constituye la primera opción, la posibilidad de esconderse en alguno de los buques que desde las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla llegan a la península, constituye una buena oportunidad para estas personas que, por múltiples causas, huyen de sus respectivos países de origen.

Con las dramáticas imágenes de jóvenes colgados en las rampas de los ferris u ocultos en cualquiera de los infinitos resquicios que se encuentran en los garajes de estos barcos, hace un par de días se vivió una espeluznante situación a bordo del buque de carga rodada Festivo que enlaza los fines de semana los puertos de Melilla y Málaga.

Este pasado sábado, procedente de Ceuta, el barco de la naviera Marítima Peregar escalaba en el puerto melillense para, dos horas después, iniciar una navegación que lo debía traer a Málaga. Atracado en aguas de la ciudad autónoma a las 8:10, un tripulante del buque que realizaba su ronda de vigilancia por el garaje del Festivo percibía unos ruidos dentro de una batea que había sigo cargada Ceuta y que tenía como destino el puerto malacitano. En el interior de esta gran cuba de 14 metros de largo por 2,5 de ancho que estaba cargada de chatarra se encontraban tres jóvenes que, ocultos entre hierros, habían escapado de Ceuta a la espera de poder salir una vez que el buque hubiera atracado en Málaga.

Descubiertos por el vigilante, los tres inmigrantes se encontraban literalmente atrapados entre la chatarra; una circunstancia que alarmó a la tripulación de este buque de carga rodada que no podía rescatarlos. Informados al instante agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil que acudieron al garaje del barco, la compleja y peligrosa situación de los inmigrantes requirió la presencia de una unidad de bomberos que ejecutó las operaciones de rescate. Ayudados de palancas y cuerdas, la extracción de los tres atrapados se prolongó una hora, pudiendo finalmente salir todos ellos con entumecimientos, rozaduras y signos leves de hipotermia.

Traslados en una ambulancia a un centro hospitalario, según ha podido saber Málaga Hoy, los rescatados eran jóvenes magrebíes de entre 18 y 20 años; la franja de edad típica para este tipo de intentos de escape ocultos en cualquier resquicio de un barco.

Rescatados en Melilla, “la posibilidad de que no hubieran sido descubiertos y que hubieran podido seguir viaje a Málaga hubiera significado su muerte segura”, aseguraba ayer a este diario Juan Luis Rodríguez capitán del Festivo. “Con el tiempo que hemos tenido en la navegación entre Melilla y Málaga: olas de tres metros y viento de 35 nudos (64,8 kilómetros por hora), la chatarra, que aun estando en un contenedor siempre se puede mover algo, hubiera aplastado a estos tres jóvenes que se han salvado milagrosamente de una muerte segura”. Con la experiencia de este capitán que en sus años en ruta en el mar de Alborán con este barco ha rescatado a muchas pateras, la modalidad de ir escondido en algún rincón del buque posibilita que también puedan producirse accidentes mortales.

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