El inspector alerta en Los Prados de las consecuencias por dejar de asistir a clase

Aunque sigan dudando de la seguridad del edificio y pongan en entredicho las respuestas que se vienen dando de parte de la Delegación de Educación, los padres de los alumnos del CEIP Los Prados se están planteando comenzar a llevar a sus hijos a clase, tan sólo unos días después de la inauguración oficial del curso en la que decidieron retrasar la vuelta al cole de los 227 alumnos matriculados ante el estado de las instalaciones, con grietas y goteras, que aseguran entrañar un peligro para los pequeños.

El cambio de actitud viene marcado por una reunión que ayer mantuvieron el Ampa del centro con el inspector del colegio, donde se les alertó de que la medida que adoptaron en señal de protesta para que las obras de mejora del edificio comenzaran lo antes posible podría tener consecuencias directas para los padres. Según el colectivo, la advertencia, que ha generado un creciente temor entre los padres, está calando en el ánimo de los progenitores y con mayor certeza desde hoy serán más los padres que dejen de entregar justificantes de faltas a la dirección del centro y lleven a sus hijos a clase. De hecho, ayer aumentó el número de alumnos que acudieron a las aulas y fueron una veintena de escolares aproximadamente los que acudieron al centro para continuar el curso.

Asimismo, durante esta mañana tendrá lugar de nuevo otra reunión del Ampa con más responsables en los que se darán a conocer nuevas soluciones respecto al asunto. Este primer aviso llega tan sólo dos días después de que el colegio Los Prados protagonizara el inicio del curso más accidentado de la provincia, en el que apenas una decena de alumnos acudió a estrenar el periodo lectivo entre las protestas del resto de compañeros por los desperfectos que sufre el edificio y el retraso de los trabajos de acondicionamiento de la estructura.

Con todo, la Delegación de Educación está cumpliendo el anuncio que hizo público la titular Patricia Alba en el acto oficial del curso en otro centro de la capital, en el que aseguraban que se entregarían diariamente dos informes, tanto por la mañana como por la noche, certificando la seguridad del recinto e informando del estado de las obras y su avance. Ayer el colectivo de madres y padres pudo conocer el contenido del primer documento, en el que se garantizaba la seguridad del colegio.

Las obras de micropilotaje que precisa el recinto, la remodelación de mayor envergadura, dieron comienzo el martes y a final de la mañana llegaron los primeros camiones con el material necesario, que se realizan por la tarde para no interrumpir el ritmo de clases de los alumnos. Asimismo, los operarios trabajarán también los sábados para acelerar los trabajos de rehabilitación.