LA MAR DE HISTORIAS

El inspector de fronteras

Juan Antonio Romero, inspector jefe del puesto fronterizo del puerto de Málaga.

Juan Antonio Romero, inspector jefe del puesto fronterizo del puerto de Málaga. / J. C. CILVETI (Málaga)

Con la sensación de que el tiempo se le ha pasado muy rápido, Juan Antonio Romero Morales, el inspector jefe del puesto fronterizo del puerto de Málaga, en unos días dará por finalizada su vida su vida laboral en el Cuerpo Nacional de Policía. Después de 45 años de servicio, este ruteño cuelga su uniforme tras haber pasado por diversas unidades de la Policía Nacional; unos destinos que en 2018 lo llevaron al puerto de Málaga. Hijo de guardia civil, su deseo de ingresar en la Benemérita quedó frenado por la decisión de su padre que le alentó a que pasara por la Universidad; un fugaz recorrido que finalmente le hizo ingresar en 1981 en el Cuerpo Nacional de Policía. Tras un primer destino en Logroño y otro en Guadalajara integrado en Grupo Especial de Operaciones, Málaga lo recibió como miembro de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad. Convertido en un policía de élite, Juan Antonio, que también ha luchado contra los fraudes fiscales, desembarcó en el departamento de Extranjería y Fronteras; un destino que le posibilitó trabajar en el puerto de Málaga.

Al mando de 20 policías, el inspector Romero, desde 2018 ha controlado los tránsitos de los millones de pasajeros y tripulantes que han pasado por las aguas malagueñas; una vigilancia que habría que hacer extensible a los todos puertos deportivos y pesqueros de la provincia. Testigo de excepción de cómo ha evolucionado la actividad en los muelles, este policía curtido en mil batallas reconoce que su paso por el puerto malacitano ha sido muy tranquilo; un día a día en el que afortunadamente no ha tenido incidentes de gravedad. Con el recuerdo de los polizones, y sin olvidar las dramáticas llegadas de los migrantes, especialmente las de los menores no acompañados, las jornadas más intensas de su vida portuaria, Juan Antonio las ubica entre los meses de mayo y junio de 2020; fechas en las que el puerto de Málaga recibió 14 viajes en los que llegaron los repatriados del COVID.

De una educación y amabilidad exquisita, este cordobés apasionado por los libros en unos días dejará el puerto de Málaga para jubilarse; un cambio de vida que agradecerá su familia y que dejará a los muelles malagueños sin un gran policía.

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