Málaga

Una investigadora de la UMA descubre un nuevo tratamiento que podría frenar el Alzheimer

La investigadora de la UMA Inés Moreno, en el laboratorio.

La investigadora de la UMA Inés Moreno, en el laboratorio. / M. H. (Málaga)

La doctora en Biología e investigadora en el departamento de Biología Celular de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Málaga (UMA), Inés Moreno, ha identificado un posible nuevo tratamiento que podría frenar la enfermedad de Alzheimer.

Se trata de una diana terapéutica que busca eliminar un tipo de proteínas que se encuentran de manera natural en el cerebro, pero que el paso del tiempo hace que se acumulen y formen agregados moleculares que se vuelven tóxicos.

La acumulación en el cerebro de estas proteínas tóxicas, como la beta amiloide y la tau, cumple un papel fundamental en el desarrollo de determinadas enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. 

De esta manera, la investigación conjunta entre Moreno y la Universidad de Texas, donde la bióloga es profesora asociada, busca deshacerse de estos agregados tóxicos del cerebro a través de su eliminación en la sangre, donde también se encuentran. Según ha explicado Moreno, "estas proteínas son capaces de ir a la sangre y además se mantienen en equilibrio con las proteínas del cerebro. Así, si se eliminan de la sangre y el equilibrio vuelve a la normalidad es porque las proteínas que antes estaban en el cerebro drenan hacia la sangre. Esto hace que de forma indirecta podamos bajar los niveles de proteína tóxica en el cerebro, al 'forzarlas' a que vayan al sistema circulatorio del organismo". 

Infografía del tratamiento que propone la investigación conjunta entre Inés Moreno y la Universidad de Texas. Infografía del tratamiento que propone la investigación conjunta entre Inés Moreno y la Universidad de Texas.

Infografía del tratamiento que propone la investigación conjunta entre Inés Moreno y la Universidad de Texas. / M. H. (Málaga)

En efecto, según han agregado desde la UMA, el estudio llevado a cabo por Moreno ha logrado reducir en un modelo preclínico la cantidad de proteínas tóxicas en el cerebro hasta en un 40-80%. 

Las dos maneras de eliminar las proteínas tóxicas de la sangre son mediante la transfusión de donantes sanos -se eliminaría parte de la sangre del paciente enfermo de Alzheimer para introducirle la de donantes sanos- o a través de una diálisis, que tiene como objetivo "limpiar la sangre del paciente de estas proteínas tóxicas y volver a transfundirle su sangre limpia", según ha detallado Moreno. 

Futuras líneas de investigación

La investigación, que ha sido publicada en la revista del grupo Nature 'Molecular Psychiatry', aún se encuentra en una fase preliminar. En este sentido, según ha subrayado Moreno, una de las futuras líneas de investigación se centra en confirmar que "simplemente con la eliminación de estas proteínas tóxicas de la sangre vemos los resultados" a nivel neuronal. Es decir, que la mejoría no se produce únicamente por introducir sangre de individuos sanos con otros factores beneficiosos que "también ayudarían a que el cerebro funcionara mejor". 

Por otro lado, la investigación también está a la espera de probar ambos mecanismos, la transfusión y la diálisis, en pacientes afectados por la enfermedad de Alzheimer, para conocer si en ellos también tendría "efectos beneficiosos". 

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