Investigadores de Málaga hallan una 'firma genética' que predice el éxito de la cirugía contra la obesidad
Un simple análisis de sangre antes de la operación podría anticipar si el paciente perderá peso
Expertos advierten que más de la mitad de los malagueños están pasados de peso
Un grupo de investigadores de Málaga ha dado un paso que podría ser importante en la lucha contra la obesidad: ha identificado posibles biomarcadores que anticiparían la respuesta exitosa o no ante la cirugía contra esta enfermedad. Analizando muestras de sangre, encontraron diferencias en el ADN entre aquellos pacientes que perdían más o menos peso. Este hallazgo podría revolucionar la individualización de los tratamientos y, por lo tanto, mejorar sus resultados.
La obesidad es una enfermedad compleja y multifactorial que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se estima que en Málaga casi el 20% de la población mayor de 18 años la padece. La cirugía bariátrica es eficaz para una pérdida de peso significativa y sostenida. Pero, no todos los pacientes logran los mismos resultados: entre un 7% y un 25% no alcanza los objetivos esperados. Descubrir qué factores influyen en esa variabilidad es la llave para mejorar los resultados.
Un equipo del Instituto de Investigación biomédica de Málaga (Ibima-Plataforma Bionand) liderado por el endocrinólogo Francisco Tinahones parece haber hallado una pista en la metilación del ADN. Las metilaciones son diferencias en pequeñas marcas químicas del ADN. Estudios previos han sugerido que la metilación puede influir en el desarrollo de enfermedades metabólicas y en la respuesta a intervenciones de pérdida de peso. Sin embargo, su papel como predictor de éxito en la cirugía bariátrica no está bien establecido hasta el momento, según ha recordado el Ibima a través de una nota.
El equipo de investigación del Ibima analizó muestras de sangre de 20 personas con obesidad severa antes de que se sometieran a una operación de reducción de estómago. Un año después, comprobaron cuánto peso había perdido cada paciente y los dividieron en dos grupos: quienes habían perdido más del 60% del exceso de peso y quienes no habían llegado a esa cifra.
Al comparar los perfiles de metilación del ADN, los investigadores detectaron más de 76.000 diferencias en pequeñas marcas químicas del ADN (metilaciones), que podrían influir en cómo responde el cuerpo a la cirugía. Y entre todas esas diferencias, hubo tres marcas epigenéticas que destacaron especialmente por su capacidad para discriminar con precisión qué pacientes iban a tener una mejor evolución.
"Encontramos que una mayor metilación del ADN en sitios específicos en el gen HOXA5 se relaciona con una menor probabilidad de éxito en la pérdida de peso, mientras que una mayor metilación en JAK2 se asocia con mejores resultados", señala Sonsoles Morcillo, una de las autoras principales del estudio.
Desde el Ibima se recuerda que ambos genes tienen un papel reconocido en funciones del tejido adiposo y en rutas metabólicas claves como la señalización de insulina, la inflamación y la diferenciación de adipocitos. "Estos resultados sugieren que nuestro propio ADN podría tener parte de la clave para saber si una operación bariátrica funcionará bien o no, y eso abre la puerta a tratamientos mucho más personalizados", indica el Instituto.
Estos hallazgos sugieren que un estudio previo de cada paciente antes de la operación -la evaluación de la metilación del ADN en sangre- podría servir como una herramienta no invasiva para predecir su respuesta a la cirugía bariátrica. Y en base a esos resultados, los profesionales podrían personalizar las estrategias de tratamiento y seguimiento para mejorar los resultados.
Carolina Gutiérrez-Repiso, una de las autoras principales del estudio, destaca la importancia de este descubrimiento: "La identificación de biomarcadores epigenéticos nos acerca a una medicina más personalizada en el tratamiento de la obesidad, permitiendo intervenciones más efectivas y adaptadas a cada paciente".
Por su parte, Guillermo Paz-López, primer autor del trabajo, apunta que “se requieren estudios adicionales con muestras más amplias para validar estos resultados y explorar cómo estos biomarcadores pueden integrarse en la práctica clínica habitual. Por ello, este avance subraya el compromiso de Ibima en la investigación de vanguardia para abordar los desafíos de la obesidad y mejorar la salud de la comunidad”.
Según datos del Ministerio de 2023, la obesidad se sitúa en 19,7% en la comunidad autónoma entre las personas de 18 años o más. Con este indicador, Andalucía se sitúa como la región con la proporción más alta de obesos de España con casi cuatro puntos por encima de la media nacional (16,0%). Entre los niños de 2 a 17 años, la proporción de obesidad es del 12,5% mientras que el promedio en España es del 10,3%.
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