El malagueño José Alarcón Luján, el propulsor de la calle Larios que logró "impresionar" al rey Alfonso XII
Fue elegido alcalde en dos ocasiones y su familia ha donado un retrato suyo para sumarse hoy a la Galería del Ayuntamiento
Málaga creará una Comisión de Memoria Histórica para retirar del callejero los nombres franquistas

Málaga/Recorrer la historia de la política minicipal de Málaga es posible a través de la Galería de Alcaldes del Ayuntamiento de la ciudad. Gracias a la colección de retratos, los visitantes pueden sumergirse en el pasado. Pero faltaba un personaje histórico importante. Se trata del retrato de José Alarcón Luján, dos veces alcalde de Málaga en el siglo XIX, figura clave en la transformación urbanística de la ciudad. "Un familiar fue a visitar la Galería y se dio cuenta de que no estaba el retrato de nuestro tatarabuelo, nos pareció una omisión muy notable, y por eso decidimos encargar el retrato y donarlo al Ayuntamiento", cuenta José Ramón Fernández de Mesa, descendiente directo.
El pintor elegido fue Justo Mesa, artista cordobés radicado en Cádiz. "Nosotros no quisimos intervenir en la técnica del pintor, pero sí le orientamos en lo esencial: la indumentaria, los atributos del cargo, y sobre todo, la imagen", explica el tataranieto de 66 años en una entrevista con este periódico. El cuadro se basa en una fotografía muy conocida del alcalde, con "barbas y grandes patillas". Según Fernández de Mesa, el pintor "ha logrado captar perfectamente esa expresión grave y serena que lo caracteriza". Detrás del personaje pintado aparece un símbolo de su legado: la calle Larios.
No es una licencia menor. Alarcón Luján fue el gran impulsor del proyecto de apertura de la calle Larios, la arteria que conectaría el centro de Málaga con el puerto. "Ya existía el deseo de abrir esa vía, pero no se decidía", comenta su tataranieto. El alcalde propuso una votación entre los malagueños: o construir la segunda torre de la Catedral, o acometer la calle Larios. Ganó la calle. Fue una decisión histórica. Alarcón Luján promovió la creación de una sociedad anónima con un capital de un millón de pesetas para financiarla. "Las primeras acciones se vendieron a familias como los Heredia, los Larios, los Campos Garín y los Loring. Después, los Larios se quedaron con el 90% de la sociedad promotora", detalla.
La ciudad no tardó en reconocer su esfuerzo. La antigua calle Pescadores fue renombrada como calle Alarcón Luján. Nacido en Cártama en 1821, José Alarcón Luján fue también diputado en Cortes en tres legislaturas (1871, 1876 y 1884) y alcalde en dos mandatos (1876 y 1881). Estaba casado con Teresa Herrera Cardenal, original de La Habana, con quien tuvo cinco hijos. De "carácter reservado", fue un hombre "profundamente religioso". "Siempre estuvo al servicio de los ciudadanos. Nunca buscó honores personales", recuerda su descendiente.
Ese rasgo se hizo especialmente visible en marzo de 1877, cuando Málaga recibió la visita del rey Alfonso XII. "El rey llegó a bordo de la fragata Victoria y se encontró una ciudad espléndidamente preparada. Todos los actos fueron organizados por Alarcón Luján, que dejó al rey maravillado", presume su tataranieto. Como gesto de agradecimiento, se le ofrecieron condecoraciones, pero las rechazó. La única excepción fue una mesa sobre la que el monarca firmó los decretos durante su estancia: "Después de la visita, esa mesa le fue regalada al alcalde y todavía se conserva en Málaga, en manos de una familia de abogados descendientes suyos".
Pero no todo en su historia es institucional. La memoria popular también conserva anécdotas curiosas: "Se decía que las hijas del alcalde eran tan bellas que el pueblo les dedicó una cancioncilla: 'Alcalde mayor, no persiga a los ladrones, que tiene usted unas hijas que roban los corazones'”. Una de esas hijas, María de los Remedios, casada con Juan Nepomuceno Blasco, fue madrina de bautizo de Pablo Picasso. "Además, ellos fueron padrinos en la boda de los padres del pintor, son vínculos sorprendentes que nos muestran cómo se entrelazan las historias", defiende.
Alarcón Luján también dejó huella en otras zonas de la ciudad. Fue impulsor de los Jardines de la Victoria, de la Plaza de Capuchinos y de la instalación de la emblemática Fuente de las Tres Gracias, encargada a una fundición cercana a París. "Tuvo un gran sentido reformista en el ámbito urbanístico de Málaga", destaca Fernández de Mesa.
Para la realización del retrato, los descendientes buscaron representar fielmente la figura de su antepasado. "Analizamos levitas de la época, como las que llevaban Cánovas del Castillo o Sagasta. El collar que aparece en el cuadro es similar al que lleva el alcalde Subirón, que estaba casado con una hija de Alarcón. Incluso el bastón y las manos del cuadro están basadas en las mías", añade el tataranieto.
La ceremonia de colocación del retrato, presidida por el alcalde actual, Francisco de la Torre, tendrá lugar este viernes, después de varios años de espera: "Llevábamos cinco años trabajando en esto, ha sido un proceso largo, pero al final ha llegado a buen puerto". La figura de Alarcón Luján, que ya vivía en los archivos, en las calles y en la memoria oral de la familia, ha regresado al salón donde Málaga honra a sus servidores públicos.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Ertico