Málaga, ayer y hoy

La joya botánica que Málaga le debe al mar

  • Paseo del Parque: el primer tramo del espacio que surgió tras la ampliación del puerto quedó finalizado en 1900 y pronto se convirtió en una zona de paseo del centro de la ciudad.

La construcción del Parque de Málaga hace ya más de un siglo cambió para siempre la imagen de la ciudad. La extensa superficie que fue ganada al mar a finales del siglo XIX se transformó en un hermoso parque poblado de plantas procedentes de todo el mundo y que el tiempo lo ha consolidado como una verdadera joya botánica en el corazón de la ciudad. Su origen se debió a un proyecto que planteó un nuevo puerto ante las nuevas necesidades del tráfico marítimo y para lograr el calado necesario para los barcos de vapor se tenía que hacer más hacia el mar. En realidad, según el historiador Víctor Heredia, desde finales del siglo XVI el puerto de Málaga estuvo en un estado de obras permanente, con periodos de parálisis y otros de extensión de los muelles, especialmente el de levante.

Pero el proyecto que finalmente transformó esta zona de la ciudad fue el del ingeniero José Valcarce al convertir buena parte de la dársena portuaria en una inmensa extensión de superficie arrebatada al mar. En un principio, Heredia explicó que “se pensó destinar estos terrenos a la construcción de manzanas de viviendas”, pero una ley de 1896 dispuso que los terrenos que discurrían en paralelo al muelle número dos del Marqués de Guadiaro fueran destinados a la realización de jardines y paseos como prolongación de la Alameda. De esta forma, y gracias a la intervención de Antonio Cánovas del Castillo, entonces presidente del gobierno, nació el Parque, constituido como un gran paseo rodeado de espacios ajardinados en los que se plantaron árboles procedentes de todos los continentes.

Las obras comenzaron con el relleno de los terrenos, que concluyeron en 1899 sin dejar de tener problemas el Ayuntamiento con el contratista de las obras. De hecho, en abril de ese año se hace mención a los trabajos de urbanización del primer tramo del nuevo Parque, desde la Cortina del Muelle hasta la Aduana, que incluían el diseño de sus jardines, la plantación de árboles y la instalación de una red de agua para riego y de otra de gas para el alumbrado. A finales de 1900 se dio por finalizado el primer tramo de este emblemático jardín subtropical. Pero en los años siguientes los trabajos continuaron y las negociaciones con la Junta del Puerto y con el Ministerio de la Guerra permitieron la extensión del paseo y de los jardines hacia La Malagueta, hasta completarse la configuración del actual Parque.

Unos 30.000 metros ‘verdes’

El Parque, sometido a varias reformas (la última en 2007), tiene una longitud de 800 metros y ocupa una superficie de 30.000 metros cuadrados. En su interior se encuentra un espectacular repertorio de especies vegetales de todos los continentes, con un listado de unas 300 variedades, en el que destacan las de carácter tropical y subtropical.

El jardín de la Música Vieja

En el jardín de _la Aduana se ubicó el primer monumento instalado en el Parque, dedicado a Carlos Larios Martínez, marqués de Guadiaro, en 1907 y obra del escultor catalán Mateu Fernández de Soto. En esta zona del Parque se ubicó posteriormente el quiosco de música, en el sitio donde hoy está el monumento al comandante Julio Benítez, donde se ofrecían conciertos al aire libre durante las primeras décadas del siglo XX. 

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