De joya turística a poblado fantasma
Los alojamientos rurales y el punto de información y recepción de la Sauceda han sido cerrados al público · Sus pobladores lo abandonaron tras los bombardeos del año 1936
La Sauceda vuelve a ser un pueblo fantasma. Abandonado por sus pobladores tras el bombardeo sufrido a principios de 1936 a manos de fuerzas leales a Franco, y testigo mudo de los fusilamientos de algunos de sus vecinos tras ser tomado, había recobrado la vida en forma de área recreativa y alojamiento rural hace aproximadamente una década. Ahora, tras un cúmulo de circunstancias ha sido cerrada, mientras que sus reconstruidas cabañas y sus instalaciones comunes comienzan a sufrir el paso del tiempo y la acción de algunos vándalos que han sido capaces de encontrar este recóndito lugar.
Eso sí, si alguien decide guiarse por la web oficial de la Junta de Andalucía sigue teniendo la consideración de abierta, aunque habría que matizar que los alojamientos ya no son alquilables y tampoco hay nadie que atienda el punto de recepción e información que se encuentra situado al inicio del sendero que conduce al poblado, junto a la serpenteante carretera que une Jimena de la Frontera y Ubrique, que cruza por este pequeño rincón malagueño que se adentra en el interior de la provincia gaditana.
Situado en el corazón del Parque Natural de Los Alcornocales, rodeado por una descomunal belleza natural muy complicada de igualar, las instalaciones parecen esperar la llegada de sus nuevos pobladores con todo listo para llenar de vida un paraje que llegó a contar con un millar de habitantes dedicados a los aprovechamientos agroforestales. De aquellos tiempos todavía se conservan parte de los muros de algunas de sus casas cubiertas por la vegetación y la ermita central, situada en lo que debió ser como la plaza de este poblado diseminado por el bosque. Precisamente, sobre uno de sus muros se ubican parte de la cocina común del área recreativa, que ya presenta claros signos de deterioro y junto a la que permanecen ya oxidados los restos de un congelador que delata la llegada de la civilización a la zona. A pocos metros se sitúa el comedor común, construido bajo una desafortunada estructura metálica, y que también presenta ya signos que delatan el abandono de las instalaciones.
Mientras tanto, el cierre de las instalaciones puede complicar su reapertura, dados los problemas que desde Sanidad y el complicado encaje en alguna de las figuras existentes de alojamientos turísticos rurales. Además, las fuentes consultadas reconocen que sería necesaria una "importante inversión" para adecuar las instalaciones a la legislación vigente. Hasta ahora la gestión había sido privada, aunque la propiedad es del Ayuntamiento de Cortes de la Frontera, por lo que algunas de las fuentes consultadas se mostraban partidarias de haber ido realizando una adecuación progresiva en lugar de abocarlas al cierre. En este sentido, según han confirmado fuentes conocedoras de la situación, tanto el Servicio de Protección de la Naturaleza como la guardia forestal han elevado informes sobre la situación del área recreativa y las deficiencias que presenta desde hace años.
En cuanto al aspecto sanitario, uno de los principales problemas es la cloración del agua de las instalaciones, provocado por la avería del sistema instalado, y que resulta un aspecto imprescindible ante una posible reapertura. Además, otro de los problemas que se podría plantear es el techo de uralita, material ahora prohibido, y que comienza a verse por la perdida del tejado de brezo que lo cubría. Además, las zonas de barbacoas también comienzan a sufrir los efectos de la falta de vigilancia, ya que muchas de ellas se encuentran totalmente pintorreadas con diferentes lemas y escritos para dejar constancia de la visita de algunos grupos. De igual modo, también hay fugas en algunos de los grifos previsto para uso común. Por otra parte, la falta de mantenimiento también está comenzando a provocar la presencia de basuras en mitad del bosque. Mientras tanto, el alcalde de Cortes de la Frontera, Antonio Granero, responsabilizó al anterior equipo de gobierno del PSOE de la situación que se ha producido, y que habría generado una deuda de 100.000 euros del arrendatario con el Consistorio, lo que habría llevado a cierre de la misma.
Mientras la burocracia administrativa y la gestión política buscan una solución para poner freno al abandono en el que está instalado este paraje, el pequeño poblado ha comenzado a ser usado de forma clandestina por algunos visitantes, que no han dudado en abrir las puertas de algunas cabañas, en cuyo interior se puede apreciar el mobiliario. Además, a las puertas de algunas de ellas también quedan mesas y sillas que delatan el paso reciente de personas por la zona.
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