Málaga

'El juego del calamar', tendencia entre los disfraces de Halloween

  • Algunos colegios han prohibido que los alumnos asistan con este atuendo

  • Las máscaras de payaso siguen siendo las favoritas

El mono rojo y la máscara negra, vestimenta icónica de la popular serie coreana.

El mono rojo y la máscara negra, vestimenta icónica de la popular serie coreana. / Javier Albiñana

La pregunta no da lugar a dudas. La respuesta surge de manera rápida. Casi instantánea. Como si el personal de la tienda de Artículos de Fiesta Luis Carrasquilla la tuviera esperando. ¿Qué se lleva este año? "El calamar, el calamar", dice sin titubeos. El comentario no hace alusión a ningún tipo de cefalópodo, sino a El juego del calamar. La serie surcoreana que se ha convertido en el contenido más visto en toda la historia de Netflix. 

Explican que los fabricantes no tienen material para abastecer la demanda porque pegó "el pelotazo" hace solo un mes: "Para navidad tengo un montón de unidades reservadas", añade, mientras saca de la bolsa cada uno de los elementos que componen el traje: el mono rojo y la máscara negra (que es reversible, por si te quieres cambiar de equipo en mitad de la noche). En un momento de la conversión, explican la clave del customizado: "El uniforme de La casa de papel  sirve para este caso. La última temporada salió hace poco y también se está vendiendo bien, de hecho acabo de recibir 50 caretas porque me había quedado sin ellas". 

Las caretas de payaso, en el expositor Las caretas de payaso, en el expositor

Las caretas de payaso, en el expositor / Javier Albiñana

Entre los trabajadores, y los clientes que la semana previa a Halloween pasan por la tienda, comienzan a hablar de los capítulos de la serie surcoreana. Algunos no la han visto, aunque "la tienen pendiente". Otros aseguran no saber de qué trata, aunque sí que han oído hablar de ella. Sin embargo, las buenas previsiones con las que arrancó el mes de octubre se han frenado "en seco" después de que algunos colegios hayan anunciado que no permitirán que los alumnos se disfracen de El juego del calamar: "Ha bajado la demanda". 

Pese a que esta producción es la favorita, la fiesta de las brujas sigue teniendo algunos personajes comunes que vuelven a situarse en el top5 de los más vendidos año tras año: Los payasos, con IT a la cabeza, Viernes 13 (no confundir con Martes y Trece; esos son los que salen en fin de año), Katrina, Harley Quinn o V de Vendetta son algunos de los más solicitados, aunque confiesa que todos los días la gente pide "cosas raras": "Freddy Krueger también triunfa. De hecho, el actor que lo interpreta vino aquí una vez, hace muchos años", comenta uno de los trabajadores. No es la única cara famosa que ha desfilado por Carrasquilla. La experiencia acumulada después de cuatro décadas no deja de ser una fuente de recuerdos de la que emanan nombres como el de Antonio Banderas.

Existen otros factores que influyen a la hora de decantarse por un disfraz. Por ejemplo, la gente suele demandar máscaras o ropas de alguna película de miedo que se haya estrenado ese año, aunque no siempre se cumple, porque Scream sigue sin pasar de moda después de 25 años.

Sobre el sector de los disfraces, aseguran que tras 42 años con el negocio abierto, han conseguido "fidelizar" a mucha gente: "Los bazares asiáticos no son competencia, pero sí internet, porque prefieren pedir por Amazon cosas que no tenemos". La fiesta de Halloween, en tiempo normales, supone entre un 70% y un 80% de las ventas. Carnaval se lleva otro gran porcentaje (sobre el 20%), mientras que fiestas puntuales a lo largo del año completan el resto: "Vendemos banderas, farolillos... Eso se lleva mucho en la feria. También están las despedidas de soltero. Vienen muchos a apartamentos turísticos por el Centro, buscan disfraz para el novio y esta es la primera opción. Se pueden ver sobre todo los viernes tarde y los sábado".

El payaso de IT, entre los favoritos El payaso de IT, entre los favoritos

El payaso de IT, entre los favoritos / Javier Albiñana

Las previsiones para este año "son fuertes, pero no lo que ha sido siempre": "Antes de la pandemia ya bajó algo. Ahora, hasta Mercadona tiene productos, mientras que hace años solo lo encontrábamos en tiendas especializadas. De hecho, nadie sabia lo que era Halloween un par de décadas atrás. Solo nosotros, que distribuíamos a los ingleses que vivían en Estepona y Marbella y organizaban fiestas privadas. En los últimos tiempos, hemos llegado a tener tardes en las que hasta las 5 de la tarde no podíamos cerrar, con colas hasta Uncibay". 

Al poco rato llega una pareja en busca de un disfraz. Tienen cerca de 60 años y necesitan un atuendo para ir los dos conjuntados. Pregunta por una careta de bruja y el dilema, por unos minutos, gira en torno a la identidad del personaje. Pasa el tiempo y siguen sin decantarse por si es hombre o mujer. Sin tener la respuesta del todo clara, y después de mucho buscar en el catálogo, ambos acaban llevándose su traje. En este caso no hay máscara negra -con triángulo, círculo o cuadrado-. Tampoco mono rojo, ni pistolas, ni tan siquiera el pijama verde con el que identifican los buenos de la serie. Porque al fin y al cabo, Halloween sigue siendo la noche de las brujas, y no de los calamares

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