El abogado que representa a la familia de Lucía Garrido, la mujer hallada muerta hace 11 años en su finca de Alhaurín de la Torre tras haber sido golpeada con un ladrillo en la cabeza y apuñalada, ha insistido este miércoles en la primera sesión del juicio que Manuel Alonso, su ex marido, fue “esencial en el asesinato”. Asimismo, ha declarado que tenía “un objeto económico, que dirigió utilizando ciertas influencias del resto de acusados”, a los que “manipuló para conseguir el asesinato, haciéndoles ver que Lucía tenía conocimiento de negocios sucios de drogas y armas”. “Necesitaba a toda costa que la vivienda pasara a sus manos para un proyecto de depósito de animales”, ha destacado.

Por su parte, el letrado que defiende al ex marido de la víctima ha negado que “hubiera que quitarse de en medio a Lucía porque éste necesitaba la finca”, ya que ahí no se podía llevar a cabo el proyecto que pretendía. “No existe ni una sola resolución en la que se diga que la finca era una guardería de droga”.

En su intervención aprovechó también para levantar otras sospechas. “Lucía tenía 48.000 euros que le encontraron en la casa. ¿No la habría convertido ella en una guardería y alguien quiso ajustar cuentas?, ha cuestionado.

El abogado ha solicitado que testifique la fiscal de violencia de género Flor de Torres, que pidió el sobreseimiento de Manuel Alonso “porque no había ninguna prueba” que lo implicara y se “opuso al recurso” que presentó la familia.

La vista oral ha arrancado con las primeras exposiciones de las partes, después de que el lunes se constituyera el jurado popular que juzgará al ex marido, como supuesto inductor, dos guardias civiles investigados por su presunta participación y una tercera persona como presunto autor material.