El entrenador de fútbol base de 45 años acusado de abusar, embaucar y acosar a 25 menores, con edades comprendidas entre los 11 y los 17 años, ha negado los hechos y se ha declarado inocente.

El juicio ha comenzado este martes a puerta cerrada en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Málaga y el procesado sólo ha contestado a las preguntas de su abogado, Agustín Martínez Becerra, conocido por llevar la defensa de los cinco miembros de la Manada.

Una de las letradas de un menor, Sagrario Nieto Vera, ha explicado que el acusado ha negado todos los hechos y ha lamentado su actitud, que "estaba muy tranquilo y normalizando la situación".

"Estaba muy tranquilo y normalizando la situación", asegura una de las abogadas de la acusación

En este sentido, Nieto Vera ha señalado que el entrenador ha normalizado las conversaciones de índole sexual con los menores, las cuales ha admitido pero alegando que eran adolescentes y que era normal ese tipo de conversaciones en un vestuario de fútbol.

Otro letrado, Alonso Aranda, que representa al único menor que ha declarado martes , ha afirmado que su cliente se ha ratificado en su versión acusatoria contra el acusado y ha respondido a todas las preguntas, al tiempo que ha lamentado que el encausado se haya negado a contestar a las acusaciones y al fiscal.

El entrenador se enfrenta a una petición fiscal global de 100 años y siete meses de prisión y se le acusa de "aprovechar" su influencia sobre los alevines y cadetes que entrenaba.

El abogado del entrenador de fútbol acusado de abusar de menores en Málaga.

Además de la pena de prisión, el fiscal pide que se le inhabilite para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido que conlleve contacto regular y directo con menores de edad por un tiempo de 25 años, según el escrito acusatorio.

El procesado, que es un histórico entrenador de fútbol base y que ha dirigido diversas categorías de alevines y cadetes de varios clubes en la provincia, entre ellos el Málaga CF, está acusado de delitos de abuso sexual, exhibicionismo, provocación sexual, corrupción de menores, acoso y embaucamiento sexual a menores.

En el relato acusatorio, el fiscal señala que el acusado, en prisión desde diciembre del 2016, prometía a algunos menores, hacerlos capitán, poder jugar más partidos o llevarlos a otros equipos de más categoría si le remitían fotografías de carácter sexual.

También sometió a alguno de ellos a tocamientos, a otros les ofreció llevarlos a prostíbulos, botellas de alcohol, dinero e incluso invitarlos a cenar a una hamburguesería a cambio de fotografías de ellos desnudos.

El entrenador, que estuvo trabajando 20 años con menores en diversos banquillos de la provincia, mantenía conversaciones de índole sexual por redes sociales con los jugadores y les pedía imágenes de sus órganos genitales.

El acusado, que no presenta ninguna alteración, ni perturbación, según el relato acusatorio, les enviaba fotos y vídeos pornográficos, mujeres desnudas e incluso imágenes de su cuerpo desnudo.