La junta de acreedores del colegio Añoreta se hará a finales de mayo
El juez de lo Mercantil recibió ayer a los padres y les garantizó la continuidad del centro
Un buen grupo de padres y alumnos, muchos de ellos con la camiseta amarilla y el emblema del colegio Añoreta, ocuparon ayer por la tarde la entrada de la Ciudad de la Justicia. Los representantes del AMPA de este centro privado de Rincón de la Victoria tenían prevista una reunión con el juez de lo Mercantil, Alfredo Elías, y acudieron en masa para apoyar la causa de los profesores y socios minoritarios del centro. "Queremos que nos informe de la situación del colegio", dijo el presidente del Ampa, José Manuel Cabello, ya que la pasada semana se paralizó la junta de acreedores por la que el centro iba a liquidación y así poder ser adquirido por otra sociedad. Después de algo más de una hora de encuentro, los padres salieron "muy satisfechos del trato exquisito del juez que se ha comprometido a que la junta de acreedores se celebre el penúltimo o el último martes de mayo", comentó Cabello.
"El juez nos ha asegurado que este curso se termina y también que continuará el curso que viene, porque también tenemos el apoyo decidido de Cajamar", añadió el presidente del Ampa, que resaltó también que la postura del juez no será beligerante si "padres y profesores han elegido la liquidación". Eso sí, según Cabello, el magistrado les trasladó que "apoya una salida pacífica a un acuerdo de ambas partes". Esta "solución ideal" para la asociación de padres y madres de alumnos sería que los "profesores junto a Novasoft u otra empresa compren el 54% de los mayoritarios sin tener que llegar a la liquidación, en la que los dos socios se quedan sin nada".
En su ronda de contactos, los padres van a volver a mantener un encuentro con responsables de Cajamar, uno de los acreedores del centro. Los padres están convencidos de que los acreedores no van a apoyar el convenio de viabilidad que presentaron los socios mayoritarios. No obstante, de suceder lo contrario, un gran número estaría dispuesto a sacar a sus hijos del centro. "Pretendemos que los que se vayan son los que sobran y queremos que continúe el proyecto educativo que están desarrollando los profesores del colegio", comentaban algunos afectados en la puerta de la Ciudad de la Justicia, convencidos de que la gran mayoría apoyan a los socios minoritarios.
El concurso de acreedores del que depende la vida de la sociedad gestora del centro se vio afectado por un cruce de querellas. Los accionistas minoritarios denunciaron a los mayoritarios por estafa y delito societario mientras que éstos les acusan de apropiación indebida.
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