Un juzgado alemán da la razón a Frunet en su demanda por la crisis del pepino

La cooperativa reclamó por los daños que le provocó la imputación como responsable del brote de E.Coli, que causó decenas de muertos

Antonio Lavao, propietario de Frunet, en las instalaciones de la empresa en Algarrobo.
Antonio Lavao, propietario de Frunet, en las instalaciones de la empresa en Algarrobo.
Mayte Cortés Vélez-Málaga

24 de octubre 2015 - 01:00

Un tribunal de Hamburgo acaba de dictar una sentencia en la que da la razón a la cooperativa malagueña Frunet en el litigio que mantiene con esta ciudad-estado alemana a raíz de que, en mayo de 2011, sus autoridades sanitarias señalaran a una partida de pepinos exportados por esta firma como uno de los orígenes del brote de bacteria intestinal E.coli que causó decenas de muertes en el país germano. El fallo judicial se produce después de que la empresa, asentada en el municipio de Algarrobo, lleve casi cuatro años y medio pugnando para que se desvincule su nombre de la que fue bautizada como la crisis del pepino.

Después de estar un mes con su nombre en entredicho, los análisis realizados dieron negativo. A pesar de ello, el daño sobre la empresa estaba hecho, razón que llevó a los responsables de la misma a demandar a las autoridades sanitarias de la ciudad-estado de Hamburgo. Mediante una llamada de teléfono recibida ayer mismo, su abogado en el país germano les confirmó que habían ganado el proceso. De acuerdo con la sentencia, que no es definitiva, Frunet no hizo nada irregular y fueron dichas autoridades sanitarias las que se equivocaron.

"Estamos muy felices y orgullosos. Tenemos un sentimiento de victoria que nos alivia bastante. Ha sido mucho tiempo, muchos pasos dados y muchos papeles enviados a Alemania. Sabíamos que no habíamos hecho nada mal pero siempre nos quedaba la incertidumbre de cómo iba a salir el juicio", comentó el director comercial de Frunet, Richard Soepenberg.

El representante de la firma explicó que tras el fallo se abren dos posibilidades: que la ciudad-estado de Hamburgo apele a una instancia judicial superior o que entable una negociación con la empresa para establecer la indemnización económica. En el arranque de la demanda, la cooperativa reclamó hasta 2,3 millones de euros por los daños causados al ser acusada injustamente. La exigencia se fundamentaba en las declaraciones de la responsable de Sanidad del Gobierno regional, Cornelia Prüfer-Storcks, quien inicialmente apuntó a una partida de pepinos de esta firma como foco de la infección.

Prüfer-Storcks atribuyó el foco de la infección a esos productos tras los primeros análisis de laboratorios pero, tras semanas de incertidumbre, se estableció que la causa eran brotes de soja procedentes de una explotación de Baja Sajonia que a su vez habían sido importados de Egipto.

"Nos acusaban de asesinos porque mucha gente murió como consecuencia de esa bacteria", recordó Soepenberg. "Nos ha costado mucho recuperar la confianza durante todo este tiempo. Nos quedamos sin clientes y sin proveedores. No querían nada de Frunet por su nombre", agregó el director comercial, que aseguró que les ha costado "mucho trabajo volver al punto cero". Esto es, volver a la facturación que tenían antes de la crisis del pepino.

"Han sido cuatro años muy difíciles que no se olvidan aunque también hemos aprendido. Ahora tenemos mayor seguimiento alimentario, mejores agricultores y mejores clientes", señaló Soepenberg. La crisis del pepino saltó el 25 de mayo de 2011 cuando el gerente de Frunet, Antonio Lavao, recibió una llamada de Hamburgo en la que le comunicaban una partida de pepinos exportados ellos podría ser el origen del brote de bacteria intestinal E.coli. "Por encima del dinero, es que se ha restituido el buen nombre de la empresa y se ha corroborado que, desde Hamburgo, no se comportaron de forma justa cuando nombraron a la empresa en esta crisis", continuó el director comercial de Frunet que vuelve a ser el mayor productor de verduras de cultivo ecológico de la provincia de Málaga.

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