El viento de levante que soplará durante toda la jornada de este jueves 13 de julio podría atraer consigo a las medusas hasta las zonas de baño de la costa de Málaga.

Según informa la aplicación Infomedusa, la presencia de las aguavivas en las playas de la Costa del Sol podría ser más notoria durante la pleamar, prevista para esta jornada entre las 13:05 y las 13:20 horas.

El viento de levante se irá calmando conforme avance el día y se moderará desde primera hora por la tarde, en el que soplará con rachas máximas de hasta 5 km/h.

La bajamar comenzará en torno a las 18:38 horas por lo ayudará a rebajar la presencia de medusas en casi todo el litoral malagueño.

En el aspecto meteorológico, las altas temperaturas seguirá predominando en casi toda la provincia. sobre todo, en el interior, en el que se activará la alerta amarilla por fuerte calor con valores cercanos a los 38º.

En la costa no hay previstos avisos para este 13 de julio, tras la jornada de ayer de sofocante calor. 

¿Qué hacer si te pica una medusa?

Si terminas picado por una medusa, tienes que examinar primero la herida.

De haber un tentáculo, retíralo con cuidado.

Usa guantes, pinzas o algún objeto que haga que no tengas que cogerlo con las manos.

Es recomendable lavar la zona con agua salada y aplicar frío para aliviar el dolor.

La provincia de Málaga se convirtió este miércoles en un horno. Con una alerta roja en Málaga capital, la Costa del Sol y Valle del Guadalhorce, y otra de nivel naranja en el resto, los avisos se cumplieron y las temperaturas superaron los 43 grados en Málaga. El mercurio subía por momentos y a las 18:30 se registró el máximo de 43,1 grados en el termómetro del aeropuerto, el oficial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) a efectos de estadísticas. Pero la máxima de la provincia ha estado, como es habitual, en Coín, que ha liderado los termómetros con 44,3 grados a las 18:40.

A la masa de aire muy cálido que está azotando a múltiples zonas del país desde inicios de la semana, se suma este miércoles en Málaga la llegada del temido viento de terral, que se hizo notar con fuerza. Un cóctel explosivo. No obstante, no se llegó a batir el récord de 44,2 grados registrado el 18 de julio de 1978 en la estación del aeropuerto, aunque la marca se quedó a apenas un grado de distancia.