Más de 14.000 alumnos de Málaga, a la espera de hacer el examen práctico del carné de conducir

La lista de espera para examinarse del examen práctico del carné de conducir en Málaga vuelve a incrementarse hasta los 14.300 alumnos, aproximadamente. Estos son unos 2.000 más que hace un año, cuando la tendencia era descendente. La falta de examinadores y administrativos, una de las grandes demandas que el sector no termina de ver satisfecha pese al paso de los años, y el creciente interés por obtener el permiso para ponerse al volante y tras el manillar han hecho aumentar de nuevo la cola hasta cifras que no se veían desde la finalización de la pandemia. Aunque, como detalla el presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Málaga (APAE), Antonio Martín, no son las únicas causas. A todo ello es preciso sumar algunas particularidades como los cupos o las zonas de examen.

En estos instantes, explica Martín, la provincia cuenta con 30 examinadores, de los que todos no están operativos por motivos de traslados y bajas o que incluso tienen cerca la jubilación. "No se cuenta con la plantilla completa", afirma. La previsión es que en los próximos meses se sumen dos más, así como 11 administrativos y operadores; unas incorporaciones que no son baladíes. "La falta de este tipo de personal está provocando que algunos examinadores tengan que ocupar esas plazas para que puedan salir los exámenes", lamenta.

Por el ojo fiscalizador de cada examinador pasan 12 alumnos al día repartidos en pruebas de 30 minutos, mientras que en el caso de camiones el número diario se ajusta a los 50 minutos de duración del examen. Pero lo cierto es que sigue habiendo el mismo número de profesionales de este tipo que hace una década. También hay que tener en cuenta los cupos por los que se rigen las autoescuelas, es decir, los alumnos que pueden mandar a la prueba, y las zonas en las que están ubicadas, que canalizan la demanda de forma desigual. La capital cuenta con un porcentaje de capacidad de exámenes superior al de las otras tres zonas: Antequera, Ronda y Marbella (también es cierto que tienen más carga al acoger más matriculados, entre los que se encuentran los aspirantes de La Axarquía y Valle del Guadalhorce).

El diagnóstico de las autoescuelas es, por su parte, más bien reservado. "Como tal los examinadores escasean en Málaga en comparación con otras provincias, pero nuestra situación es más tranquila en estos momentos. Lo que sí es muy fluctuante es el número de alumnos que podemos llevar a examen: hace unas cuantas semanas era muy alto, podíamos mandar 19; ahora es muy bajo, sólo 13", cuenta Gema Ramírez, trabajadora de la autoescuela Ruta 7 Picasso, que detalla que el tiempo de espera desde que un aspirante solicita examinarse del práctico hasta que se produce la prueba está en estos instantes en un mes y una semana. "En mayo subirá seguro, porque se apunta más gente", remacha. Similar parecer aportan desde autoescuelas Correcaminos. "Va por rachas. Ahora mismo los alumnos están esperando dos o tres semanas, en el peor de los casos tres o cuatro. En general va bien. Lo que no ocurre ya es lo de antes: que había pruebas todas las semanas e iban mucho más rápido", señalan. "Los meses buenos para las autoescuelas en realidad son junio y julio, después de la Selectividad, agosto es el más malo".

Esto mismo detalla Martín, que habla de "periodos pico". "Ahora mismo arrastramos todavía el problema de diciembre, de la Navidad". Y en breve llegará un repunte en verano por las vacaciones. "Los jóvenes son el alumno tipo y se apuntan más durante sus vacaciones, que es cuando menos examinadores hay porque también las cogen para estas fechas", lamenta. "La Jefatura está optimizando todo lo que tiene, pero muchas veces todo lo que se tiene no es suficiente". De cara a agilizar el proceso, el presidente de APAE pone el foco en dos asuntos concretos: el incremento del personal y la "privatización de parte de los exámenes" para suplir "lo que no hace la administración" como ocurre en otros países europeos.