Málaga

La lluvia inunda naves industriales y corta calles de nueve polígonos

  • Los negocios del parque Málaga Nostrum no pudieron abrir al anegar la red de agua pluvial los locales · Los principales accesos del Guadalhorce y la N-340, bloqueados parte de la mañana

Nueve polígonos industriales de la capital sufrieron ayer inundaciones en los accesos y en naves tras la tromba de agua que cayó entre las 9:00 y las 10:00. Los principales problemas estuvieron motivados por la creación de bolsas de agua en las carreteras y las dificultades de la red de pluviales para gestionar la lluvia caída. De hecho, las dificultades en el interior de las empresas fueron originadas no porque entrara agua desde el exterior, sino porque las arquetas interiores funcionaron en realidad como surtidores.

La presidenta de la Asociación de Polígonos y Parques Industriales y Comerciales de Málaga (Apoma), Ana López, relacionó ayer los contratiempos padecidos durante toda la mañana en nueve polígonos de la capital con la precariedad de las infraestructuras de estos complejos. "El polígono Guadalhorce está situado a una cota inferior a la del río, por lo que no desagua de forma natural y la red de pluviales es insuficiente. En el polígono Villarosa, en cambio, el problema es que no está terminado el colector y por eso hay una serie de calles en las que se acumula el agua", detalló Ana López.

A las 14:45 de ayer los gerentes de Sprinter, Antonio Galindo y Raúl López, terminaban de secar los cuartos de baño. Hacía apenas media hora que habían abierto este establecimiento del parque comercial Málaga Nostrum que había quedado anegada por la mañana a consecuencia del agua que "entraba por los cuartos de baño, las arquetas del interior y hasta por las juntas de las paredes y el suelo".

Los negocios del Málaga Nostrum tuvieron que posponer el inicio de las rebajas en el mejor caso hasta la hora del almuerzo a consecuencia de las inundaciones originadas por agua procedente de la propia red de pluviales. "Empezó a llover hacia las nueve y 10 minutos después ya estaban las tuberías saturadas y el agua saliendo por todos sitios", señalaron los responsables de Sprinter.

Justo en el local de al lado, Eva Jiménez, dependienta de Kiabi, precisaba que el agua alcanzó "hasta la rodilla" en el almacén "y hasta el tobillo en la entrada de la tienda", mientras que el comercio de muebles Conforama permanecía cerrado después de que la techumbre metálica hubiera cedido en tres puntos, por la presión de la lluvia acumulada, anegando el establecimiento. "El agua ha bajado en cascada durante una hora", explicaba una empleada.

Tampoco pudo abrir la zona de firmas de outlet, donde Mayte Camacho, empleada de la zapatería CBO, ataviada con bolsas en los pies secaba el suelo "que llegó a tener cuatro dedos de agua".

La tromba y la creación de bolsas en la calzada mantuvo durante parte de la mañana intransitable la calle Herman Hesse, mientras que la carretera Azucarera-Intelhorce permaneció cortada hasta las 13:00, momento en el que se abrió sólo para los camiones "y en la calle César Vallejo el agua ha alcanzado hasta la mitad de una furgoneta", según precisó a media mañana el concejal Francisco Salas, que a esa hora hacía una ronda de inspección en el polígono Guadalhorce, al tiempo que confirmaba que también se habían producido inundaciones en el Centro de Transportes de Mercancías (CTM) y en el polígono La Huertecilla.

En la carretera Azucarera-Intelhorce quedaron varados en mitad de la calzada una docena de vehículos, entre ellos el flamante Alfa Romeo de Alonso Domínguez. "Serían las 9:30, estábamos atascados en la calle, cuando empecé a ver que el coche de enfrente flotaba. Justo entonces vi que el mío también, que se iba para los lados y empezaba a entrar agua por todos sitios". Dos horas después, este conductor optó por descalzarse para alcanzar la entrada de una nave industrial y allí esperar al servicio de asistencia en carretera. "He visto lo menos a nueve grúas llevándose los coches toda la mañana".

El corte y los problemas para circular por estas dos vías estratégicas del polígono Guadalhorce embotelló los accesos desde la MA-21, o sea la antigua N-340, que además estuvo cerrada al tráfico durante 40 minutos entre el cruce del aeropuerto y el de la carretera de Churriana también por embolsamiento de agua en la calzada. En estas circunstancias, los atascos fueron generalizados toda la mañana.

En conjunto, los bomberos realizaron cerca de 30 salidas, de ellas cuatro para rescatar a personas que habían quedado atrapadas en el interior de automóviles en la MA-21, la calle Max Estrella, la avenida de Europa y la calle Jenofonte.

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