"Es un lugar tranquilo donde nos encontramos en familia"

FRASCATI

En la pizzería Frascati se respira por todas las esquinas una misma sensación: un aprecio incondicional al Málaga CF. Desde su terraza, en la que cuelga una gran bandera del equipo, hasta las incontables fotos del interior, el ambiente es puramente malaguista. Por eso no es de extrañar que éste sea precisamente uno de los rincones en los que el entrenador del Málaga CF, Juan Ramón López Muñiz, se encuentra como en casa.

La pasta es la excusa perfecta para acudir a esta pizzería, en la que se reúnen después de cada partido en La Rosaleda toda la plantilla y el cuerpo técnico con sus familias. "Hace buena pasta", reconoce Muñiz, un mérito que le corresponde a la mujer del dueño del local, Lucía, que es la encargada de su elaboración. Además, acudir con niños es todo un lujo, la gran terraza que la pizzería tiene a su entrada y la zona en la que se encuentra, Guadalmar, hacen que los padres puedan estar tranquilos mientras los pequeños juegan por los alrededores.

Para una buena degustación de pasta italiana, Muñiz aconseja dejar siempre que Antonio, el dueño del local al que todos conocen como Antonello, elija el plato. De hecho, Antonello ha creado un plato de pasta que llama a la malaguista y que recomienda a todos sus comensales. También tiene nombres como pasta a lo Fernando Sanz, pero que no figuran en la carta.

Antonello, "italiano con ADN malagueño" y ex futbolista, habla de su negocio como un lugar humilde, al que el equipo acude porque se encuentra como en familia y en el que él siempre tiene un protagonismo especial, al igual que en este reportaje, donde termina acaparando toda la atención. "Me consideran su consejero, a los jugadores los trato como lo que son, personas", explica. Para Muñiz sólo tiene palabras de gratitud, confiesa que "creí y creo en él" y en su manera de llevar el equipo y asegura, convencido, que en febrero o marzo el equipo habrá escalado puestos hasta la mitad de la tabla. "Muñiz cree mucho en la juventud, en la cantera, como los grandes equipos italianos, y espero que esta política tenga aceptación entre la afición malaguista", concluye Antonello.

Como uno de los grandes momentos que se han vivido en esta pizzería, en la que Antonello recuerda con cariño a todos los jugadores que han pasado por el equipo, está la firma del contrato de Weligton, que recuerda que se plasmó en uno de sus manteles de papel. El presidente, Fernando Sanz, Luis Yáñez, director general del club, y el representante del jugador se encontraban en una mesa del restaurante, y "yo le llevé el mantel a Weligton, que estaba en otra esperando, y le dije: 'lee eso, a ver si te gusta", explica Antonello.

Pero la relación con Frascati no se queda en el local de la pizzería, su dueño acude a todos los partidos de La Rosaleda y a algunos de los que se juegan fuera y actúa prácticamente como un "cura" para el equipo. A todos les aconseja antes de salir al campo y ya fuera se coloca detrás del banquillo y con una sola mirada es capaz de transmitir a cada jugador su opinión sobre el juego. Aparte, Antonello está muy ligado a Fernando Sanz, y como una persona que se considera mucho más que un aficionado y que vive los partidos con auténtica pasión, le agradece el compromiso que demuestra con el equipo.