Globant es otra de las multinacionales tecnológicas que han entrado con fuerza en Málaga. Abrieron un centro especializado en inteligencia artificial en septiembre del año pasado y tienen muchos proyectos en mente, entre los que está incluso la posibilidad de entrar en otras provincias andaluzas. Su director general en España, Luis Ureta, ha concedido una entrevista a este diario. 

–Globant fue fundada por cuatro amigos en Argentina en 2003 y ahora tienen presencia en 19 países, 24.000 empleados y han facturado 400 millones de dólares solo en el primer trimestre de este año. ¿Tanto negocio da la tecnología con la gran cantidad de competidores que hay a escala mundial?

–Estamos viviendo una nueva era donde la tecnología está en todas partes, por lo cual la posibilidad de implementar tecnologías se ha multiplicado y se está viendo en los crecimientos tan agresivos que están teniendo las compañías tecnológicas a nivel mundial como es también nuestro caso. Impactamos en cada rincón de una organización, en toda la cadena de valor, y es natural el boom que está habiendo en las tecnológicas. 

–¿Cómo están las empresas andaluzas y españolas desde el punto de vista tecnológico?

–España reúne unas condiciones únicas y singulares para atraer talento. Detrás de la tecnología hay personas y ahí España tiene una ventaja competitiva enorme acelerada por la pospandemia porque la gente quiere trabajar en ciudades que complementen su vida desde la parte cultural, de clima, de integrarse en una ciudad amable y hospitalaria como es el caso de Málaga y de España. Por lo tanto, España tiene una ventaja competitiva clarísima que tiene que aprovechar para seguir atrayendo talento internacional y conservar el talento local que hay en España, que es muy bueno.  

–Ustedes abrieron un centro de inteligencia artificial en Málaga en 2021. ¿Por qué eligieron esta ciudad?

–Málaga está viviendo un momento de gracia, pero apalancado en muchos años de trabajo y de haber hecho las cosas bien. Hay un ecosistema conectado con la universidad, que está en el centro del desarrollo de la ciudad. Málaga fue la primera ciudad en la que decidimos montar un centro de talento especializado en data y en inteligencia artificial y ha sido una decisión super acertada. 

–¿Contentos entonces aquí?

–Super contentos. Ya se ha creado un grupo de trabajo con una cultura totalmente diversa, que es lo que buscamos en Globant, con gente de Málaga, de otras provincias andaluzas, de otros países... Permitimos a nuestro talento trabajar con cualquier cliente nuestro de todo el mundo, por lo que pueden elegir trabajar para Disney, para Google o para una compañía inglesa o española desde Málaga. Eso, acompañado de formación, complementa una propuesta de valor interesante para que se sumen a esta familia. 

Luis Ureta, momentos antes de la entrevista en Málaga.

–Es impresionante como ha cambiado la historia en apenas unos años. 

–Sí, me comentaban que antes la opción para mucha gente de Málaga era emigrar a Madrid o Barcelona. Hoy en día uno puede trabajar en su casa o en su oficina desde ciudades como Málaga que están hiperconectadas con el mundo y que reúnen todos los elementos idóneos para que una persona se desarrolle. Málaga, España, el Mediterráneo en sí mismo es el futuro donde el talento quiere vivir y compañías como Globant nos acercamos a donde está el talento. 

–¿Cuántos empleados tienen en Málaga y cuáles son sus previsiones?

–Estamos en torno a 100 y no nos marcamos un techo. Somos muy optimistas con poder seguir creciendo.

"Vivimos una nueva era donde la tecnología está en todas partes y se ve en los crecimientos de las compañías del sector”

–Ahora tienen centros en Madrid, Barcelona y Málaga. ¿Prevén abrir sedes en otros puntos de Andalucía?

–Nos gusta ir paso a paso. Málaga trae mucho talento del resto de Andalucía, pero nuestra intención es crecer y estar en más ciudades en Andalucía y en el resto de España. Estamos observando Sevilla, Cádiz y otras ciudades fantásticas. 

 –¿Qué proyectos están haciendo en Málaga?

–Estamos trabajando en proyectos de creación de plataformas de inteligencia artificial que ayudan a las organizaciones a difundir su cultura digital y a ser más eficientes. Estamos además alojados en el Polo de Contenidos Digitales y allí hemos encontrado un ecosistema de videojuegos y de entretenimiento muy interesante y muy fresco. Hay más de 80 startups de videojuegos y nosotros llevamos trabajando 17 años en este sector, produciendo alguno de los principales videojuegos del mundo como el Fifa. Conectarnos con ese ecosistema de videojuegos y entretenimiento en Málaga nos está permitiendo empezar a desarrollar proyectos internacionales.

–Están entrando ustedes también en el metaverso. ¿Qué proyectos tienen?

–Hemos lanzado un área especializada en metaverso que está relacionada con nuestra experiencia de videojuegos, pero llevada más allá. A la salud, a la educación, al retail... 

"Nuestra intención es crecer y estar en más ciudades andaluzas. Estamos viendo Sevilla o Cádiz”

–¿Qué aporta la inteligencia artificial a una empresa?

–Te ayuda a humanizar las dinámicas de una organización. La mayoría de relaciones entre empleados son ahora digitales, sobre todo en compañías globales. Esa digitalización acelerada, a través de la inteligencia artificial, se puede humanizar con datos, sabiendo los gustos o intereses de una persona, la conexión para crear equipos de trabajo. Aplicamos la inteligencia artificial para humanizar y fomentar cultura digital. Y, por otro lado, permite ser más eficientes en cómo se produce, distribuye, vende o se cobra un producto.   

–¿Acabaremos todos en un mundo completamente robotizado?

–El reto es que a través de la tecnología y la inteligencia artificial se generen más y nuevos puestos de trabajo. Las tareas más repetitivas y de menor valor agregado serán las más afectadas. La tecnología hay que asociarla con creatividad y pensamiento crítico. Son habilidades que los humanos desarrollamos y que son estratégicas para dominar la tecnología. 

–¿Perderemos contacto humano?

–La interacción personal es insustituible. Se robotizarán tareas pero no se van a perder las relaciones humanas.