La luz que emana de la Tierra

Si el agua, el viento y el sol pueden generar energía eléctrica de una forma limpia, por qué no la Tierra. Eso debieron de pensar los descubridores de un sistema casi casero que podría revolucionar el sector energético de comprobarse su eficacia y determinarse su aplicación en un futuro. Una simple placa de aluminio colocada sobre el suelo, el techo o una pared de cualquier casa es suficiente para encender una bombilla LED sólo gracias a las ondas de media y baja frecuencia que emana la corteza terrestre. Un malagueño, gerente de la empresa Iluspania dedicada a los servicios de gestión de productos relacionados con la eficiencia y optimización energética, descubrió casi por casualidad mientras realizaba otros experimentos junto con un amigo lo que se ha terminado convirtiendo en una patente registrada por la que ya se han interesado varias empresas de Alemania e Italia para investigar sus posibles usos y ventajas en un futuro como nueva fuente de energía verde.

"Hemos hecho infinidad de experimentos desde el hallazgo y la conclusión es que por más que lo hemos probamos la bombilla se enciende", explicó todavía sorprendido y un poco escéptico Carlos Herrera tras su hallazgo del que prefiere mantenerse prudente a la espera que se determine si es viable o no su aplicación a gran escala. Las ventajas de este curioso aparato es que tiene un coste "irrisorio" porque sólo está compuesto por una placa de cartón sobre la que se adhiere un trozo de papel de aluminio y que está conectada a un pequeño circuito por el que la energía de la corteza terrestre se convierte en electricidad. Este dispositivo es capaz de producir un cuarto de vatio de energía eléctrica.

Es lo que han comprobado una otra y vez los artífices de este hallazgo que, pese a lo casero de sus elementos, se ha denominado placa de inducción magnética. El perfil tecnológico de esta patente se está publicitando actualmente mediante la Enterprise Europe Network -red europea de cooperación cofinanciada por la Comisión Europea que permite tanto ofertantes como demandantes de tecnología, así como para la búsqueda de socios para la cooperación tanto tecnológica como comercial a nivel Internacional- a través del Ceseand o nodo andaluz formado por la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía, la Agencia del Conocimiento, el Instituto Andaluz de Tecnología, la Confederación de Empresarios de Andalucía y el Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio. Al invento aún le queda un largo camino por recorrer antes de que pueda tener una aplicación concreta en la generación de energía, pero uno Carlos Herrera se conforma con que de aquí a unos años pueda ver en el mercado domésticos artilugios como lámparas que funcionen únicamente con el contacto del suelo. "Eso sería un bombazo", aseguró. Pero mientras toca esperar a que una empresa dispuesta a invertir sea capaz de convertir se sueño en realidad.