Economía

Málaga es la cuarta provincia española donde se firman más contratos en la construcción

  • Un informe de la firma de recursos humanos Randstad señala que en mayo se hicieron 6.564 contratos en la obra en la provincia, un 12% más que en abril 

  • Madrid, Barcelona y Sevilla encabezan la contratación en el sector a escala nacional

Trabajadores de la construcción durante el estado de alarma

Trabajadores de la construcción durante el estado de alarma / José Ángel García

El sector de la construcción se está ofreciendo como valor refugio ante la caída del turismo en la Costa del Sol por la crisis del coronavirus y los datos empiezan a avalar esta tendencia. Según un informe publicado este jueves por la consultora de recursos humanos Randstad, Málaga fue en mayo la cuarta provincia española donde se hicieron más contratos en la obra en España, siendo solo superada por Madrid, Sevilla y Barcelona.

Este estudio, que toma como referencia datos de la empresa y del Sepe, refleja que en mayo se firmaron 6.654 contratos en la construcción en Málaga, lo que representa un 12% más que en abril. El hecho de que en abril, pese al confinamiento, hubiera trabajo en la construcción promovió que hubiera 5.868 contratos ese mes. 

Andalucía ha sido la comunidad autónoma con mayor movimiento laboral en la construcción con 31.987 contratos en mayo, un 23% más que en abril, con Sevilla y Málaga como principales motores. En el caso hispalense se han hecho 8.075 contratos, un 13% más. 

La construcción se ofrece para rescatar a personas en paro de otros sectores, aunque su capacidad es limitada

El empuje andaluz es además fuerte porque hay mucha distancia con el resto de regiones. Madrid, con 11.626 contratos, ha sido la segunda con mayor actividad laboral en la obra, es decir, casi un tercio menos que Andalucía. En Cataluña se han rozado los 10.000 contratos con la locomotora de Barcelona y en la Comunidad Valenciana 8.775.

“El sector de la construcción es razonablemente sólido aunque ya antes del estallido de la crisis percibíamos señales de desaceleración. Por sus peculiaridades, no ha sido tan ferozmente castigado por el confinamiento como sectores como la hostelería o el comercio. Confiamos en que sus necesidades de mano de obra crezcan en los próximos meses, ya que hay pendientes de ejecución proyectos y promociones tanto públicas como privadas. Pero hemos de olvidarnos, como se ha escuchado, de que el sector tenga capacidad para ocupar a un millón de personas adicionales procedentes de otros sectores, de manera similar a lo que sucedió antes del estallido de la burbuja de 2008, ya que es muy difícil que esa situación anómala vuelva a darse”, asegura Valentín Bote, director de Randstad Research.

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