Málaga no subirá el IBI en 2025, pero tiene que aprobar la nueva tasa de basuras

Conde asegura que no "da tiempo" a aprobar la nueva ordenanza fiscal y que trabaja de cara a abril para el cobro de los residuos que exigen desde el Gobierno central

La Junta defiende una menor inversión en Málaga en 2025 porque son unos presupuestos "de transición"

El edificio de Tabacalera, donde Gestrisam tiene su sede.
El edificio de Tabacalera, donde Gestrisam tiene su sede.

La vida sigue subiendo para todos. La cesta de la compra no da respiro, los precios de las viviendas y los cafés tampoco se mantienen... y en los ayuntamientos los gastos fijos crecen. De ahí que, con cada nuevo Presupuesto, pueda ir aparejada una subida de impuestos. Puede respirar más tranquilo el contribuyente de la capital, en 2025 no subirá el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y la nueva tasa de basuras deberá esperar, al menos a mitad de año o, incluso, ya entrado el 2026.

"No nos da tiempo, las ordenanzas fiscales deberían haberse aprobado ya", dijo Carlos Conde, concejal de Economía y Hacienda, en el programa Málaga a Examen preguntado sobre si subiría el IBI este año. Pero, eso sí, tiene una pequeña trampa: deben aprobar una tasa de basuras nueva obligados por el Gobierno central, al que aprieta Europa, bajo el pretexto de que quien contamina, paga. Es decir, si la basura, estaba antes dentro de este 4,51% que se paga de IBI y estará fuera, el bolsillo de los malagueños sí va a notar esa subida.

Conde se escuda en que el IBI de la capital ya es de los más bajos de toda la Costa del Sol y está muy cerca de estar en el mínimo legal, que es de un 4%; pero que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ya ha pedido a su equipo que explore las vías para reducir aún más este cobro y que así, los malagueños no noten tanta repercursión.

Además, sobre la tasa de basura que deben aprobar este 2025, asegura que ya no la aprobarán a principios de año y que trabajan de cara a abril de manera que pudiera entrar en vigor a finales de año "o en 2026 si no llegamos a tiempo". Apunta a que la puesta en vigor de esta nueva tasa "es muy complicada" porque es muy difícil contabilizar cuál es el residuo real que cada individuo hace. Algunos ayuntamientos, afirma, lo hacen según el valor catastral de la vivienda, aunque aseguró que esto no se ajusta al dato real de residuos que genera el entorno familiar.

En la Casona del Parque son más partidarios de contabilizarlo según el consumo de agua. Lo que tiene el problema de las comunidades que aún tienen un contador único. En otras ciudades, por ejemplo, el impuesto va directamente en las bolsas de basura. Por el momento, y en los primeros meses del año, los impuestos de la capital se quedan como estaban.

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