Los turistas ya están volviendo a Málaga. Muchos aviones están llenos y la tristeza y soledad que había en los hoteles han vuelto a convertirse en bullicio y alegría, en movimiento. El sector está recuperando el pulso, pero aún se está lejos de alcanzar las cifras récord de 2019, algo que se puede considerar normal teniendo en cuenta que seguimos inmersos en la pandemia del Covid-19, que hay una guerra abierta entre Rusia y Ucrania y que los precios están disparados en España y en el resto de Europa. 

A la hora de hacer balances es importante saber qué números reales se están manejando en el sector. En el primer trimestre de este año se han alojado en los hoteles de la provincia malagueña 833.086 viajeros que han realizado 2,49 millones de pernoctaciones, según los datos oficiales publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). 

Si se comparan con los registros de 2021 son inmensamente mejores pues entre enero y marzo del año pasado los hoteles estaban prácticamente muertos, con solo 159.803 turistas y 299.050 pernoctaciones. Por tanto, la situación ha cambiado drásticamente a mejor en un año, multiplicando por cinco los turistas y por ocho las estancias. No obstante, a nadie se le escapa que el 2021, sobre todo en el primer semestre, fue atípico porque la sociedad empezaba a ponerse las vacunas, había mucha incertidumbre y todo tipo de restricciones tanto en España como en otros países extranjeros. 

El objetivo es volver a la normalidad y para ello hay que comparar los datos actuales con los existentes antes de la pandemia. En este caso, los hoteles de la Costa del Sol sumaron en el primer trimestre del año un 15% menos de turistas alojados y un 22% menos de pernoctaciones que en el mismo periodo de 2019, cuando se rozó el millón de viajeros y se superaron los tres millones de pernoctaciones. 

Los datos actuales son incluso más bajos que los de 2020 pues, aunque fue el año de la pandemia, no fue hasta mediados de marzo cuando se decretó el estado de alarma y el confinamiento, frenando en seco al sector turístico que iba camino de superar el récord de 2019. En el primer trimestre de 2020, influenciado ya por la última quincena de marzo en confinamiento, hubo 845.426 turistas alojados en los hoteles y 2,62 millones de pernoctaciones. 

Málaga, por tanto, va recuperando terreno perdido y cabe señalar que está siendo uno de los destinos turísticos españoles que mejor se está comportando. En el conjunto nacional, la pérdida de viajeros hoteleros entre el primer trimestre de 2022 y de 2019 ha sido del 20% -cinco puntos más que la de la Costa del Sol- y en las pernoctaciones del 22% -igual que Málaga-. 

En el caso de los turistas alojados se aprecian descensos en esta comparativa con 2019 del 18% en Sevilla, del 26% en Cádiz, del 26% en Baleares, del 13% en Canarias, del 31% en Barcelona, del 29% en Alicante, del 17% en Valencia o del 26% en Madrid. En materia de pernoctaciones, la caída ha sido del 20% en Sevilla, del 23% en Cádiz, del 32% en Baleares, del 18% en Canarias, del 29% en Barcelona, del 41% en Alicante, del 19% en Valencia o del 24% en Madrid. 

Otro dato que demuestra que el turismo vuelve a levantar la cabeza en Málaga es el de los establecimientos hoteleros abiertos. En marzo había 509 en la provincia, frente a los 299 del mismo mes de 2021 o los 373 de 2020. En 2019 eran 524. Por tanto, ya hay casi tantos hoteles abiertos como en 2019 lo que indica las buenas perspectivas del sector de cara a este año con la ventaja añadida de que muchos de esos establecimientos están ahora renovados porque sus propietarios aprovecharon el cierre para hacer reformas. El grado de ocupación por plazas en marzo estuvo en el 48%, seis puntos menos que en 2019. Otra de las buenas noticias es el empleo. El mes pasado ya estaban trabajando en los hoteles de la Costa del Sol 10.894 personas, un millar menos que en marzo de 2019 pero cuatro veces más que hace un año. 

El INE ha publicado este lunes los datos de marzo y, por tanto, del primer trimestre. No incluye los de abril, que han sido muy positivos por la celebración de la Semana Santa y que permite dar un nuevo empujón al sector aunque manteniendo esa tendencia inferior a los datos registrados en 2019. La Semana Santa ha sido satisfactoria y se prevé un buen verano, aunque el gran deseo es que 2023 sea ya definitivamente el año de la consolidación y sí se pueda hablar entonces de posibles nuevos récords turísticos.