Málaga volverá a tener un Centro de Internamiento de Menores Infractores en Churriana

Abrirá en mayo y tendrá capacidad para 50 plazas, 12 de ellas para aquellos con problemas de salud mental o adicciones

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Ciudad de la Justicia.
Ciudad de la Justicia. / Javier Albiñana

Málaga/Málaga, finalmente, tendrá un nuevo Centro de Internamiento de Menores Infractores (CIMI), en el distrito de Churriana de la capital. La Junta de Andalucía ha adjudicado por 20,8 millones de euros, hasta enero de 2029 (con posibilidad de prorrogar un año más) a la Asociación para el Desarrolla y la Integración Social Meridianos el centro para que los jóvenes cumplan medidas privativas de libertad impuestas por los jueces.

Hasta ahora Málaga era la única provincia de Andalucía que carecía de una de este, a lo que se suma que, junto a Granada, era la que menos plazas tenía con mayor número de menores con medidas judiciales. Su puesta en marcha permitirá que los menores de la provincia con medidas judiciales de internamiento ubicados en centros fuera de Málaga, puedan cumplirlas en más próximos a sus domicilios.

El nuevo centro malagueño, que comenzará a funcionar en el próximo mes de mayo, contará con 50 plazas en total, 15 de ellas para chicas y 12 en unidades terapéuticas para menores infractores con problemas de salud mental o adicciones.

La Junta de Andalucía tiene las competencias para garantizar la ejecución de las medidas que establecen los juzgados de Menores, tanto privativas de libertad como de medio abierto. Actualmente, las primeras se cumplen en los CIMI, gestionados por entidades especializadas en la reeducación y reinserción social de los menores infractores como es el caso de Meridianos, a la que se ha adjudicado la gestión del centro de Málaga hasta el 31 de enero de 2029, con posibilidad de un año más de prórroga, por 20,8 millones de euros.

Los CIMI cuentan con equipos multidisciplinares de educadores, psicólogos y trabajadores sociales, entre otros profesionales, que trabajan con estos jóvenes de mantera integral, además de vigilantes de seguridad y otras medidas de control.

El proyecto fracasado en Jarazmín

No es la primera vez que se inician los trámites para abrir en Málaga un centro de internamiento de menores infractores, sin que el proyecto haya llegado a culminarse. El último intento fue el de instalarlo en una residencia de mayores sin uso del barrio de Jarazmín. A finales del pasado mes de septiembre la empresa promotora, Fundación Diagrama Intervención Psicosocial, con sede en Murcia, desistió de seguir adelante con el procedimiento tras, meses atrás, acordar la Gerencia Municipal de Urbanismo archivar el expediente de la actuación extraordinaria en suelo rústico y, además, encontrarse con que hasta doce asociaciones de vecinos, colectivos y personas a título particular del distrito Este presentaron escritos en contra.

Antes, en el año 2023, la Consejería de Justicia lanzó otro concurso con un presupuesto de unos 8,5 millones de euros para empresas interesadas en poner en marcha un CIMI en la provincia y que, finalmente, fue declarado desierto.

La provincia de Málaga no posee ningún centro de estas características en estos momentos, después de que el 1 de abril de 2021 la Junta echase el cierre al Centro de Menores San Francisco de Asís, ubicado en Torremolinos, argumentando que era el único de toda la región gestionado de forma directa por la administración regional al estar el resto privatizados. Una decisión que ha obligado a los menores condenados en Málaga a ser distribuidos en otras centros andaluces (sobre todo en Córdoba y Granada) donde cumplir su pena, más alejados de sus familias.

La Consejería de Justicia, dentro de su planificación estratégica de la Justicia Juvenil, equilibra las plazas disponibles, ya que la pasada legislatura se puso en marcha un nuevo centro en Granada (el CIMI Genil), con el que también se amplió el número de plazas en esta provincia, tanto de chicos como de chicas.

Los jueces de Menores pueden establecer que el internamiento sea en régimen cerrado, abierto, semiabierto o terapéutico, en el caso de jóvenes con problemas de adicciones o trastornos de conducta. Los CIMI cuentan con equipos multidisciplinares de educadores, psicólogos y trabajadores sociales, entre otros profesionales, que trabajan con estos jóvenes de manera integral.

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