En ocasiones, los reality shows musicales conducen al público a empatizar con determinados concursantes de tal manera que el plano musical ocupa un lugar secundario. Es lo que ha ocurrido esta semana con la expulsión de la malagueña Mireya Bravo en la séptima gala de Operación Triunfo, que se ha marchado del concurso con el porcentaje de votos más estrecho de la presente edición, con un 47 por ciento de apoyos por el 53 de su rival. Su interpretación de Ni un paso atrás, de Malú, dejó a los profesores "flipando y con la boca abierta", en palabras de la directora de la Academia, Noemí Galera.

La alhaurina de 20 años valoró su paso por el programa como "el mejor regalo de Navidad y de mi vida entera". Mireya consideró que ha "aprovechado el tiempo y he aprendido mucho. Esto es algo que no está pagado", al tiempo que se mostró convencida de querer "seguir trabajando" para poder vivir de la música. La ya exconcursante también impresionó a uno de sus mayores valedores en OT 2017, el también instructor en la Academia y compositor catalán Manu Guix: "Qué poderío Mireya. Espectacular lo que está consiguiendo esta chica en la Academia", tuiteó poco después de su actuación.

Absolutamente increíble Mireya cantando 'Ni un paso atrás'! #OTGala7 pic.twitter.com/evdJzc4qgX

— Cantantes en Directo (@artistasenvivo) 11 de diciembre de 2017

La trayectoria de Mireya durante el concurso ha tenido más luces que sombras: empezó encandilando al jurado en la Gala 0 con Hoy, de India Martínez, para continuar sin demasiados problemas hasta tropezar con la nominación en la Gala 4 con el exigente tema de Chayanne Madre Tierra, canción que la sacó de su registro habitual. Una holgada salvación en la Gala 5 y una calificada por gran parte de los seguidores del programa como "injusta" nominación a la semana siguiente la llevaron a enfrentarse por continuar en el concurso con uno de los favoritos del público, el gallego Luis Cepeda. No obstante y pesar de la eliminación, Mireya no dudó en mostrar la mejor de las sonrisas durante toda la noche y se despidió con una gran ovación del público que coreó su nombre rendido a lo que la alhaurina había mostrado esa noche.

La salida por todo lo alto de Mireya que tuvo un claro contraste con la del concursante que se quedó en la academia, Cepeda. Y es que minutos después de su salvación encontró por tercera semana consecutiva la nominación. "Te ha ocurrido lo de siempre, en los pases de micros lo haces genial y en la Gala empiezas a correr y desafinas", valoró Galora, tutora de los pupilos en la Academia. Cepeda se enfrentará para continuar en la academia a Raoul, quien protagonizó uno de los momentos de la noche al darse un beso con Agoney, su compañero de interpretación en la Gala.

Era una de las actuaciones más esperadas de la #OTGala7 y no han decepcionado 😍✨ Raoul y Agoney, Ragoney, cantan 'Manos vacías' con beso incluido 🎤 https://t.co/Ca2vgIq63q pic.twitter.com/7dv28Eai1P

— La1 (@La1_tve) 11 de diciembre de 2017