Más de 1.500 malagueños buscan empleo en el extranjero 'empujados' por el paro

Con una tasa de paro superior al 30% las posibilidades de encontrar un empleo en Málaga son, en estos momentos, muy reducidas. Se da además la circunstancia de que esta provincia tiene a los jóvenes mejor formados de su historia y que más de la mitad no tienen trabajo ni esperan conseguirlo a corto plazo. Hay que buscarse la vida en el extranjero y eso es lo que pensaron el año pasado los 1.640 malagueños que se pasaron por la oficina de la red Eures en la provincia. Esta red es la encargada de coordinar todas las ofertas laborales de los servicios públicos de Empleo de los países de la Unión Europea y su responsable en Málaga es Carlos Palomo. "Hay un boom de gente que se quiere ir fuera y me llegan muchas personas que están en una situación económica mala, pero el problema es que no hay tanta demanda porque en el resto de países también hay una crisis importante", explica este experto, quien subraya que es difícil irse directamente con un contrato ya firmado a no ser que sea para un puesto muy especializado.

Siempre puede haber una oportunidad laboral en cualquier sector aunque, en estos momentos, los puestos más demandados son todos los relacionados con la industria (soldadores, mecánicos, etcétera) y con la ingeniería, así como algo en el segmento sanitario. Lo que deja claro Palomo es que "no hay auge de la construcción en ningún sitio", si bien nunca hay que perder la esperanza. El Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe) publicó ayer, por ejemplo, que se buscan obreros para reconstruir la ciudad de Christchurch tras ser destruida parcialmente por dos terremotos en 2010 y 2011. La pega es que está en Nueva Zelanda.

Si no quiere emigrar tan lejos, la red Eures ofrece miles de empleos en su página web y a través del Sepe. Ayer mismo se pedían ingenieros para Dinamarca, Noruega y dos ciudades alemanas. No obstante, Palomo reconoce que algunas de las ofertas que se muestran están ya caducadas, otras son solo a tiempo parcial y, en otras ocasiones, las empresas sacan plazas de puestos que tienen ya cubiertos para ver qué personal está libre en el mercado e ir sondeándolos.

El Reino Unido sigue siendo el destino preferido por los malagueños, pero está perdiendo peso. Está sufriendo la crisis como el resto y el gobierno de David Cameron también ha hecho fuertes recortes. Ha subido las tasas universitarias y eso ha obligado a muchos jóvenes británicos a buscar trabajo en la hostelería para pagarse sus estudios, dificultando así el acceso a estos puestos a extranjeros. Además, el sueldo en Reino Unido es relativamente bajo en comparación con otros países -en Suiza o Noruega es donde más se cobra- y vivir allí es muy caro.

Alemania se ha puesto de moda, principalmente entre los ingenieros, pero no es sencillo encontrar un empleo. "Piden buenos profesionales que hablen alemán o, al menos, un inglés muy alto", destaca el coordinador de la red Eures en la provincia. La lista de malagueños que hablan alemán es corta y así se esfuman muchas posibilidades. Holanda, Dinamarca e Irlanda son otros de los destinos más solicitados, aunque las dificultades son las mismas. España tiene firmados, dentro de la red Eures, acuerdos con Alemania, Dinamarca o Noruega para facilitar la visualización de ofertas de empleo para españoles, ya que es muy sencillo perderse en la maraña de solicitudes colgadas en este portal. Por otra parte, se va a poner en funcionamiento un programa específico para jóvenes de 18 a 30 años que se llama Tu primer trabajo.

Más de 1.500 malagueños pidieron asesoramiento el año pasado a través de Eures. Otros decidieron emprender la aventura por su cuenta. La fuga de cerebros vuelve a estar a la orden del día en la provincia y no parece que se vaya a taponar la herida en el corto y medio plazo.