Málaga

Más de la mitad de las empresas andaluzas afirma que la sequía está mermando su productividad

Un instante de la presentación del XXIV barómetro de expectativas empresariales de Andalucía Económica.

Un instante de la presentación del XXIV barómetro de expectativas empresariales de Andalucía Económica. / M.H. (Málaga)

No cabe duda de que la cara más visible de la sequía, en lo que a iniciativa empresarial se refiere, tiene rostro de agricultor. Pero no sólo. El persistente déficit hídrico se está dejando notar en multitud de sectores productivos. En concreto, y de acuerdo con los datos recogidos en el XXIV barómetro de expectativas de Andalucía Económica presentado este lunes en el Centre Pompidou, la carestía de este bien afecta ya a la productividad de un 54,4% de las empresas encuestadas. 

Una situación a la que los directivos que componen la muestra (y cuyas sociedades van desde el sector industrial hasta el logístico pasando por la hostelería y el comercio) no se resignan: piden "medidas estructurales" en forma de infraestructuras que puedan revertir lo ocurrido de manera contundente y se oponen a que se trate de poner remedio "sólo cuando la falta es extrema"; además, señalan que esta debe ser una de las "principales variables que más tiene que trabajar la administración andaluza". 

No obstante, este barómetro de opinión, que recoge el sentir de un total de 225 sociedades, realiza un repaso completo a la coyuntura económica andaluza, tanto de manera individual como ligada a lo que ocurre a nivel nacional o en clave geopolítica (con especial atención a lo que ocurre en Ucrania y en Oriente Medio) y con vistas a anticipar cómo marcharán las cosas el próximo año. 

De esta manera, los empresarios creen que 2024 estará envuelto en un clima de "estabilidad" tras un 2023 marcado por la impronta de la inflación y por las subidas de los tipos de interés que, en adelante, "se mantendrán e incluso podrían bajar ligeramente", según decidan las altas instancias europeas, y que en conjunto harán que el escenario "sea similar al de 2020". 

Así, un 42,2% vaticina que su facturación aumentará, un 44,2% que sus beneficios se mantendrán (por un 29,2% que piensa que decrecerán), un 50,3% que la evolución del empleo seguirá la dinámica actual y un 44,7% que cree lo mismo pero en el plano de la inversión en activos. 

De cualquier manera, entre los factores que afectan negativamente a las empresas siguen apareciendo viejos conocidos: un 24,7% está preocupado por el desabastecimiento o la subida de precios de las materias primas, un 24,2% por la inestabilidad política nacional e internacional, un 19,2% por el encarecimiento de la energía y un 16,2% por la falta de personal especializado.

Por contra, el informe también recoge las peticiones del gremio a las administraciones para ser más competitivas, entre las que se encuentran otras tantas históricas. Lidera la tabla la apuesta decidida por el I+D+i, que reclama un 63,9%; el fomento de la internacionalización, con un 41,9%; la formación y motivación de los trabajadores, con un 39,8%; o la flexibilidad laboral, con un 34,1%. 

En otro orden de cosas, resaltan datos como la poca implantación de los fondos europeos Next Generation hasta tal punto que un 28,1% de los empresarios afirma desconocer los posibles beneficios que reportan; así como la cantidad de expedientes sin resolver (35,1%) o, directamente, a los que se le ha aprobado menos de la mitad de la cuantía presentada en la solicitud (13,5%). 

Asimismo, llama poderosamente la atención la previsión de demanda de mano de obra para el próximo año, apartado donde se reclama sobremanera a los ingenieros: un 36,8% de las peticiones buscan especialistas de este tipo en Proceso de Producción; en Big Data, un 20,3%; en Market Place, un 7,1%; y en Ciberseguridad, un 5,5%. 

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