La masificación de reclusos del CIS lleva a los funcionarios a la protesta

Denuncian que sólo hay 12 vigilantes para 500 residentes y que se han producido varias agresiones

Patio del Centro de Inserción Evaristo Martín Nieto de Málaga.
Cristina Fernández Málaga

15 de enero 2013 - 01:00

Tres agresiones a funcionarios con partes de lesiones en los últimos meses, la fuga de dos internos, la masificación de reclusos y una cantidad de trabajo "inasumible" ha llevado a la plantilla del Centro de Inserción Social Evaristo Martín Nieto de Málaga a iniciar acciones de protesta que tendrán su punto de partida el próximo jueves con una concentración a las puertas del centro penitenciario. Los afectados denuncian que sólo 12 personas realizan las labores de vigilancia de una población que llega a los 500 residentes. La situación, dicen, "está al límite".

UGT Prisiones ha convocado la movilización, a la que se han sumado otros sindicatos. "Reclamamos más personal para el CIS", pidió ayer Antonio González, responsable de UGT Prisiones, que subrayó que este centro es el segundo más masificado de España tras el Victoria Kent de Madrid, aunque en Málaga la plantilla es la mitad que en el centro madrileño. "En los últimos meses hemos tenido tres agresiones a compañeros, con parte de lesiones en urgencias y diligencias previas por delitos de lesiones", agregó González.

El responsable de UGT Prisiones relató que por las noches, en torno a las 22:00, "se forman colas maratonianas para entrar, porque tienen que pasar por el arco detector de metales, tomarles la huella digital, hacer el cacheo y pasar sus pertenencias por el escáner, eso se hace diariamente con más de 300 internos", reiteró González. Además, según subrayaron desde el sindicato, los funcionarios de vigilancia también tienen que realizar tareas administrativas como atender la centralita, emitir informes y diligenciar los libros correspondientes. La situación se vuelve especialmente tensa ciertas noches en las que tan sólo trabajan el jefe de servicio y un funcionario.

En oficina la situación de los funcionarios no es mucho mejor. Una decena de trabajadores se tiene que hacer cargo de los expedientes de todos estos internos y además de los liberados condicionales, los que cumplen la última parte de su condena en libertad condicional. "También llevan los trabajos en beneficio de la comunidad, desde pintar un colegio a recoger basura en la playa, expedientes y trabajo que se planifica en el CIS", explicó ayer Antonio González. En el centro malagueño tan sólo trabajan "tres psicólogos y cuatro o cinco trabajadores sociales, no hay más", destacaron desde UGT Prisiones e insistieron en que "la carga de trabajo es tan grande que es inasumible".

Otro de los asuntos destacados que denuncian es la falta de seguridad en el exterior del recinto. "No hay vigilancia por parte de los Cuerpos de Seguridad del Estado ni privada", indicó González. "Estamos vendidos, se provocan peleas en las colas y hay que llamar a la Policía, el funcionario no puede hacer nada", agregó.

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