La mayoría de las viviendas suspenden en el certificado energético
Una empresa de certificación dice que el 47% de los inmuebles en Málaga obtienen una nota 'E', la tercera más baja, y un 17% la 'G', la peor
La mayoría de viviendas que están a la venta o en alquiler en la provincia de Málaga suspenden en el consumo sostenible de energía. Desde el pasado 1 de junio es obligatorio realizar un certificado energético en todos aquellos inmuebles que se vayan a vender o a ser arrendados durante, al menos, cuatro meses. Los peritos ponen una calificación que va, como en los electrodomésticos, desde la A hasta la G, siendo la A la mejor y la G la peor. Certicalia, una empresa que se dedica a hacer estos peritajes, ha hecho un informe en el que señala que el 47% de las viviendas que ha certificado en la provincia de Málaga han obtenido una calificación E, la tercera más baja, mientras que el 28% tienen una F, la segunda peor, y el 17% una G. Solo el 8% restante ha conseguido una D, que podría definirse como un aprobado raspado. Ningún inmueble certificado por esta empresa, especializada a escala nacional, ha conseguido por tanto ni la A, ni la B ni la C como sería deseable. En el conjunto nacional pasa lo mismo. Ya se han concedido 100.000 certificados en España y la mitad también tienen una E.
"No es de extrañar que no se haya certificado ninguna vivienda en Málaga con las mejores puntuaciones porque hasta la entrada en vigor del Código Técnico de Edificación en 2007 no se tenían en cuenta factores de importancia para eficiencia energética", explican fuentes de esta empresa.
La mayoría de los inmuebles que se están comercializando o alquilando fueron construidos antes de 2007 y el consumo sostenible de energía no era tenido en cuenta ni por los promotores ni por los propios clientes. Antes de 1980 no había ninguna normativa sobre esta materia y desde ese año hasta 2007 ha estado vigente la norma NBE79, en la que se hacía hincapié en el aislamiento pero se dejaban de lado otros factores como la orientación del inmueble o la protección de la radiación solar. Desde 2007, con el CTE, sí se establecen unos requisitos mínimos de manera obligatoria.
Hay algunos elementos clave a la hora de valorar el consumo de energía de un inmueble. Uno es, como se ha señalado, su orientación. La más favorable, según los expertos, es la sur porque las viviendas con orientación norte son más frías y precisan de mayor calefacción. Las fachadas que se recalientan más por el sol en verano y provocan más calor en el interior son las que están orientadas al este y al oeste. Otro aspecto a tener en cuenta es el tipo de combustible que se utiliza en los sistemas de climatización. Si se emplean termos o calderas eléctricos, los más habituales, su calificación energética es menor porque se emite más CO2 a la atmósfera.
Los peritos comprueban el aislamiento de las ventanas. Cuanto mayor es el vidrio menor es la filtración de frío o calor, mientras que los marcos que más aíslan son los de PVC y madera en detrimento del habitual aluminio. En la provincia de Málaga se solicitaron entre el 1 de junio y el 30 de agosto 8.633 certificados, según los datos aportados por la Junta. No es obligatorio obtener una buena calificación ni hacer obras para mejorarla, pero sí hacer ese certificado porque, de no realizarse, la multa asciende a 6.000 euros.
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