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Málaga

Un hombre insulta a una médica y aporrea el mobiliario en el centro de salud de San Andrés Torcal

  • Profesionales del ambulatorio se han concentrado este viernes en protesta por la agresión

Concentración, este viernes, ante el centro de salud de San Andrés Torcal.

Concentración, este viernes, ante el centro de salud de San Andrés Torcal. / M. H.

Nueva agresión en el ámbito sanitario. Ocurrió en el centro de salud de San Andrés Torcal, en la capital. Este viernes los profesionales se han concentrado para visibilizar una realidad que no cesa y que sostienen que hay que denunciar para sacar a la luz en todas sus dimensiones.

Todo ocurrió hace una semana. Fue el pasado viernes 1 de abril. Una pareja entró a la consulta de una médico del centro. Querían una medicación determinada. Como la facultativa entendía que no estaba indicada, se negó a prescribírsela. Según el Sindicato Médico de Málaga (SMM), ambos comenzaron a insultar a la médica ante su decisión. 

El acompañante, con las manos apoyadas sobre la mesa de la consulta, siguió gritándole e insultándole. Alertado de la situación, el vigilante de seguridad que hay en el centro acudió de inmediato. La mujer ya había salido, pero el hombre seguía dentro. Fue al llegar el vigilante cuando comenzó a dar patadas y golpes contra el mobiliario, según el relato de la organización sindical.  

Desde el centro sanitario se llamó a la Policía Nacional. Sus efectivos acudieron de inmediato e identificaron al presunto agresor. El delegado de Atención Primaria del Sindicato Médico, José Antonio Becerra, informó que ya se ha puesto la correspondiente denuncia. 

"Seguimos con el problema de las agresiones, que condenamos y que no debemos tolerar", ha dicho Becerra durante la concentración que ha tenido lugar esta mañana ante las puertas del centro de San Andrés Torcal. La protesta ha sido convocada por el sindicato con dos objetivos: por un lado, dejar constancia del apoyo a la compañera agredida, y por otro, visibilizar una lacra contra la que colegios profesionales, sindicatos, administraciones y trabajadores llevan luchando desde hace más de dos décadas. Pese a los avances que se han producido en este tiempo, el personal de los centros sanitarios denuncia que el problema continúa.  La concentración de este viernes ha tenido lugar sobre las 11.00 de la mañana. Han acudido una veintena de profesionales, entre empleados del centro de salud y representantes del SMM.  

El año pasado se registraron en los centros sanitarios de la provincia de Málaga, entre todas las categorías, 187 agresiones. De ellas, 26 fueron a médicos. Pero de esta cifra, sólo 10 facultativos pusieron una denuncia. Es decir, que casi el 62% de los facultativos atacados física o verbalmente no denunciaron, según un informe del Colegio de Médicos de Málaga presentado hace un mes. De ahí que su presidente, Pedro Navarro, animara en la presentación de ese estudio a denunciar las agresiones "porque las estadísticas sólo son la punta del iceberg. Hay que denunciar para erradicarlas”.

Miedo, vergüenza, tristeza e incluso la reticencia a afrontar los trámites que supone una denuncia llevan a casi dos tercios de los facultativos a no interponerla nunca. “No podemos pasar de héroes a villanos, de los aplausos a las agresiones. El médico no es el responsable de las listas de espera, de que un medicamento no se pueda recetar porque no está financiado o del retraso en las derivaciones al especialista. El médico es el que da la cara, pero no es el responsable”, aclaró entonces Navarro, precisamente cuando se conmemoraba el Día Europeo contra las Agresiones a Sanitarios.

Según ese informe del Colegio de Médicos, el perfil de las víctimas es el de facultativas jóvenes. “El agresor las ve más débiles”, explicó el presidente del Sindicato Médico de Málaga, Antonio Martín, que añadió que un ataque físico o verbal marca al profesional porque es “un momento traumático”. De los 26 facultativos agredidos en 2021, 16 fueron mujeres y de éstas, la mitad era menor de 35 años.

El perfil del agresor es el de un varón “antinormas que exige cosas que no están en manos del facultativo”. Un matiz importante: tres de cada cuatro no tienen problemas psiquiátricos, es decir que son plenamente conscientes de sus actos.

Según los datos de la organización colegial, en 2016 se registraron 25 agresiones a facultativos en la provincia de Málaga, en 2017 hubo 27, en 2018 otras 28 y en 2019 se incrementaron a 45. En 2020 se produjo una caída, dado que el total de ataques verbales o físicos contra médicos fue de 21. Un descenso que se atribuye al confinamiento, la menor atención presencial, la disminución de la afluencia a los centros por temor al contagio del Covid, el aumento de la vigilancia en la red sanitaria y las restricciones en el número de acompañantes. Pero en 2021, las 26 agresiones contra facultativos suponen que las cifras están volviendo a las que había antes de la pandemia. El 38,5% de las agresiones de 2021 ocurrieron en el último trimestre, coincidiendo con la sexta ola y la sobredemanda que se generó sobre todo en los centros de salud y las Urgencias de los hospitales.

Ante un problema que no cesa, el Sindicato Médico y el Colegio de Médicos reclaman medidas preventivas y sancionadoras.

Entre las primeras, la adecuación de las plantillas, la eliminación de la práctica de citar a varios pacientes a la misma hora [cuando no hay hueco para atenderlos], la elaboración de un mapa de riesgo de agresiones, el refuerzo de los vigilantes de seguridad, la videovigilancia en “todas” las zonas comunes de los centros y la simplificación de los trámites para la denuncia. Los médicos también demandan que en la historia digital de una persona que ha cometido una agresión en un centro sanitario se advierta de ese hecho para que el profesional esté prevenido.

Entre las medidas sancionadoras, demandan que, además de las penales, al agresor se le reclamen los daños ocasionados y se le apliquen multas para que no salga tan barato agredir. También piden que las órdenes de alejamiento de los centros que disponen algunas sentencias, se apliquen de verdad y no queden en papel mojado.

A la Administración, los médicos le requieren más implicación. Por ejemplo, denunciando de oficio o personándose en la causa como acusación. 

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