Sanidad

Clamor médico: 10 minutos por paciente

  • Facultativos de cabecera coinciden en pedir más tiempo para ver a los enfermos

  • La demanda que va ligada al incremento de las plantillas

Una consulta vacía en el centro de salud Alameda-Perchel en uno de los días de huelga.

Una consulta vacía en el centro de salud Alameda-Perchel en uno de los días de huelga.

Tiempo, tiempo, tiempo. Esa es la respuesta en la que coinciden los médicos de los centros de salud cuando se les pregunta cuál es su primera reivindicación. Tiempo para ver a sus pacientes; 10 minutos por lo menos. La demanda no es nueva. Hace casi dos décadas que la vienen esgrimiendo. Pero es lo primero que ponen en la lista cuando se les consulta sobre las razones para la huelga de facultativos de atención primaria que se ha endurecido con paros a jornada completa a partir del día 19.

“Queremos 10 minutos para ver a cada enfermo y que no puedan insertar a más pacientes en ese tiempo”, explica María del Mar Rodríguez, del centro de salud de Tiro Pichón. Porque dice que muchos días tiene a dos personas citadas a la misma hora; una mecánica con la que los gestores solucionan la demora cero; es decir, que el usuario no espere. “Llevamos un año intentando que la Administración nos oiga, que comprenda que la sanidad pública se nos viene abajo y que queremos cambios”, argumenta. Ella se suma a la huelga.

“Tiempo para ver a mis pacientes y tiempo para ver a mis pacientes”, sintetiza un médico del centro de salud Victoria cuando se le pregunta por sus reivindicaciones. No quiere dar su nombre. Ha hecho la huelga siempre que ha podido, aunque denuncia que los servicios mínimos abusivos coartan ese derecho. Fue uno de los profesionales que votó por pasar de paros parciales a huelgas a día completo. “A veces un paciente viene por una baja. Es fumador. No viene porque quiera dejar de fumar. Pero no puedo dejarle ir sin concienciarlo de que debe dejar ese hábito. Y para eso se necesita tiempo. Muchas veces renunciamos a nuestro desayuno para arañar tiempo para los pacientes”, sostiene. Aumento de plantillas y más acceso a las pruebas diagnósticas son otras de sus demandas.

“Una silla y tiempo”, pone en primer lugar Francisco Ariza.Ha trabajado muchos años en el centro de salud de Los Boliches (Fuengirola), aunque ahora lleva unos meses liberado por UGT. La huelga es convocada por el Sindicato Médico y el colectivo Basta Ya. Él cree que hay motivos para parar. Dice que los centros de salud de la Costa se están quedando pequeños, que las plantillas andan cortas; pero en todas las categorías, no sólo la de facultativos. Luego matiza que en el último año está creciendo la plantilla, que hay un recuperación de derechos y que la Administración tiene talante negociador. Por eso opina: “La huelga tiene otras connotaciones. Estamos en época electoral. Puede haber un componente político”.

El director de un centro de salud que prefiere permanecer en el anonimato también pone el tiempo en primer lugar. Está de acuerdo con “muchísimas” de las reivindicaciones de la huelga. Él, como directivo, no puede parar. Pero ve que se están contratando más médicos. “Esa contratación va muy despacio, sí. La huelga la ha reactivado. Pero estamos pidiendo cosas que ya no dependen del Distrito. Son problemas que afectan, por lo menos, a toda Andalucía. Por lo tanto, el Distrito no es un interlocutor válido”, esgrime. A continuación critica que mientras la hora de guardia de un facultativo se paga a 17 euros, cualquier taller mecánico cobra a razón de 40. Miguel Díaz acaba de jubilarse por enfermedad. Trabajó los últimos 15 años en el centro de salud Torrequebrada (Benalmádena). Afirma que si estuviera en activo iría a la huelga. “Necesitamos tiempo para poder trabajar bien. Las reivindicaciones son justas. Ha habido un gran deterioro en los últimos años. La falta de recursos humanos y técnicos es espectacular”, asegura. Y a continuación expone otro malestar del colectivo:la falta de ofertas públicas de empleo para dar estabilidad a las plantillas. Cuenta que él aprobó la OPE de 2013-15. Sin embargo, se ha jubilado sin acceder a su plaza.

Carmen Uceda es vicepresidenta de Basta Ya, una de las organizaciones que respalda los paros. Trabaja en el centro de salud Alameda-Perchel, lleva casi dos décadas enarbolando la demanda de 10 minutos por paciente y hace huelga. También, como el resto, pone la reivindicación de más tiempo como prioridad número uno. Explica que sin tiempo suficiente para ver al paciente, todo el sistema sanitario falla porque son los médicos de cabecera y los pediatras los que orientan a los enfermos en función de las patologías que detecten. Después, añade que las plantillas tienen que dimensionarse porque están cortas y que debe darse estabilidad a los profesionales para que médicos de familia y pediatras tengan continuidad en sus puestos en beneficio de sus pacientes. “No puede ser que las oposiciones salgan cada cinco o seis años y luego tarden años en resolverse. Debe haber oposiciones cada dos años y resolverse en seis meses”, critica.

Cada facultativo consultado para este reportaje aportó su visión sobre la huelga. Todos coincidieron en poner en primer lugar la demanda de más tiempo para atender “bien” a sus pacientes.

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