La persistencia de las medusas en la costa occidental de la provincia de Málaga y de la propia capital de la Costa del Sol continúa, pero en la jornada de este domingo remitieron un poco su presencia permitiendo un baño tranquilo. Lo que sumado a una jornada de no demasiado calor, dio un respiro a la Costa del Sol. No obstante, algunas playas malagueñas tuvieron activado el aviso, con su correspondiente bandera amarilla como advertencia, en Arroyo de Totalán, Baños del Carmen, El Candado, El Chanquete, El Palo, Fábrica de Cemento, La Araña, La Caleta, La Malagueta, Pedregalejo y el Peñón del Cuervo.

Durante la jornada del sábado, el aviso extremo se activó en algunos puntos de la costa de Manilva. Por la tarde solamente se activó un aviso preventivo medio en la playa de Sabinillas.

Por su parte, las playas de Benalmádena se sumaron a esa tendencia tranquila, ondeando solamente un aviso amarillo en Bil Bil, Malapesquera y Santa Ana. De nuevo, Casares se lleva una de las peores partes, ya que la advertencia media persistió en todas sus playas: La Paloma, Piedra Paloma y Playa Ancha. La última zona más afectada durante la jornada de este domingo por las medusas fue Fuengirola. Los Boliches, Castillo, Fuengirola, Las Gaviotas, Playa Canina, San Francisco y Santa Amalia también presentaron un nivel medio de estos invertebrados, especialmente a última hora de la tarde.

Sin embargo, los especialistas siguen advirtiendo e insisten en tomar medidas preventivas ante la aparición de las medusas. Lo más eficaz es no acercarse a ellas, ni tocarlas ni sacarlas del agua. Es decir, evitar cualquier tipo de contacto. Aún así, muchas veces es inevitable toparse con alguna y que te acabe picando, por ello, desde el Aula del Mar dan una serie de consejos para que las personas sepan qué hacer (y qué no) ante una picadura de medusa en la playa.

Lo primero que hay que saber es que las medusas que están llegando a las playas malagueñas este verano son de dos especies bien distintas. Por un lado está la Pelagia noctiluca, también llamada medusa clavel, que son las más pequeñas y que tienen una peligrosidad alta; y por otro, se encuentra la Rhizostoma Luteum, que tiene un tamaño más grande pero cuya picadura es menos peligrosa.

Los primeros cuidados tras la picadura urticante de una medusa van dirigidos a inactivar los cnidocitos que hayan podido quedar adheridos a la zona afectada, la extracción de restos que pueden contenerlos, mitigar el dolor y procurar la desinfección de las lesiones. En Infomedusas recuerdan que lo más importante es lavar la zona con agua marina, nunca dulce.