La mejor forma de bajar el telón

ritmo y sushi en el club toulouse

La calle Echegaray cada día ofrece mejor y variado ambiente.

15 de enero 2010 - 01:00

CENAR

Málaga disfruta de un mes dedicado al espectáculos con la celebración de la vigesimoséptima edición del Festival de Teatro. Disfrutar de una obra tanto en el Cervantes como en el Echegaray puede ser un plan perfecto si se añade una cena en algunos de los muchos locales cercanos a ambos escenarios. El Teatro Cervantes propone al espectador ser partícipe de una ilusión en cada función, ser partícipes de vidas ajenas y el público cómplice se sabe capaz de todo a la salida, satisfecho tras el espectáculo buscará la mejor solución para saciar su apetito. La opción más cercana es el restaurante Canela en la misma plaza del teatro. En este establecimiento la cocina gira en torno a la fusión de sabores y la creatividad. Una explosión para los sentidos de los más valientes. Los postres también harán sonreír al estómago y un cóctel, especialmente deliciosos los mojitos, pondrá un broche perfecto a la noche. Para los que prefieran las tapas, una de las mejores opciones es el Tapeo de Cervantes, ya que combinan en sus platos la gastronomía más innovadora con la más tradicional. Así no habrá problemas en grupos de paladares diversos. Cuentan con una gran selección de vinos. Y en el mismo mundo de las tapas y raciones, La Mesonera es otra buena opción, ambiente agradable antes y después de la función.

En la calle San Juan de Letrán, una de las bocacalles que comunican el teatro con la Plaza de la Merced, acaba de abrir Oniyanma, un pequeño bar de tapas japonesas, ideal para los adictos al sushi. En esta misma calle, se encuentra Austin Tonic, en el que rodeados de una decoración retro, la cocina juega a sorprender.

La recuperación del Teatro Echegaray ha sido el empujón definitivo del inicio de una nueva época para la calle del mismo nombre, que ha florecido y respira un nuevo y agradable ambiente. A la derecha del teatro, se encuentra el Pitta Bar, en el que ofrecen tapas de la cocina de todos los pueblos bañados por el mediterráneo: hummus, mutabal, ensaladas varias y, por supuesto, pittas forman su menú.

A la izquierda de la salida de este otro escenario del Festival de Teatro otra propuesta interesante es La Cosecha, restaurante de cocina delicatessen en raciones y medias raciones, ideales para compartir. Los rollos de jamón y puerro ya se han hecho famosos. Frente a este local se encuentra D'Vinos, idóneo para aquellos que quieran acompañar la ingesta con un buen vino. La cocina es internacional y creativa. Junto a D'Vinos, se encuentra Miss Noruega, el más joven de los establecimientos de esta calle. En un ambiente muy acogedor, es posible viajar por el mundo a través del paladar ya que en la carta se encuentran pinceladas de gastronomía italiana, japonesa, holandesa y alemana, entre otras. Para los más clásicos o para los que busquen pescaíto frito, La Campana o El Piyayo son los más recomendables. Junto a La Campana, está Dos gatos, una nueva taberna que ofrece pinchos (pequeñas tapas) y carnes deliciosas. La cocina es tradicional, aunque no reniega de algunos puntos de creatividad. La carta de vinos es amplia.

El club Toulouse, en la calle Echegaray, ofrece en sus dos plantas diversión al ritmo de la mejor música pop rock y sin necesidad de subtítulos. Además, los viernes por la noche celebran el Toulouse Sushing Club con un menú degustación.

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