La mirada esquiva que araña la dignidad

día de las personas sin hogar

Un centenar de personas duerme a diario en las calles de la capital malagueña

Puerta Única ha atendido a 1.586 usuarios desde enero hasta octubre, un 11% menos que en 2015

Una persona pide en una céntrica calle de Málaga.
Una persona pide en una céntrica calle de Málaga. / Javier Albiñana
Cristina Fernández Málaga

24 de noviembre 2016 - 02:03

Muchos lo han observado de reojo. Sin detenerse. Un segundo a su paso en el que quizás sintieron compasión. Otros han desviado por completo la mirada, cansados de todas las manos que apelan a una caridad que cansa. Pocos se pararon a escuchar su historia, a darle la dignidad requerida a una persona que lo ha perdido todo. Ricardo Padilla es una persona sin hogar. Seropositivo desde hace 30 años, con el drama de haber padecido abusos sexuales en su niñez y desahuciado, ha vivido en las calles durante nueve duros años. Estuvo a punto de morir congelado en Logroño, junto a la plaza de toros de la Rivera. Ha dormido a la intemperie en Granada, en Cádiz, en Huelva y Málaga. Ahora es usuario de la casa que Asima (Asociación Ciudadana Anti-Sida de Málaga) pero sigue sin una independencia económica que le permita tener una vivienda propia. "Un hogar no es sólo un techo", dice. Pide visibilidad para el colectivo. También la lucha de los que están ahí para superarse, para poder hacer lo más difícil, salir. Y del resto de la sociedad, que no puede "apartar la mirada" ante un problema que se ha convertido en su paisaje cotidiano.

"Es muy triste que una sociedad que se dice moderna y avanzada tenga gente durmiendo en la calle, en infraviviendas, sin acceso a lo más básico, escondidas", relató ayer en la presentación del Día de Personas sin Hogar que como cada año realiza la agrupación de desarrollo formada por 11 entidades y el Ayuntamiento de Málaga. "Si una persona está en la calle, la dignidad de todos está comprometida, nos estamos acostumbrando a ver personas durmiendo en los cajeros, pidiendo, lo vemos como algo normal, apartamos la mirada, pero no se puede hacer eso", pidió Ricardo. Sobre todo porque "ahora con esta crisis, que no es ocasional, que es del sistema, se queda en la calle gente normal, trabajadores que son pobres, que pueden verse sin nada de un momento a otro", consideró y agregó que "cualquiera puede ser el siguiente si seguimos con esta forma de poner en el centro al dinero y no a la persona. El que no tiene dinero no vale para nada y es excluido".

Un centenar de personas duerme a diario en las calles de la capital malagueña. No siempre acuden a los recursos que ofrece Puerta Única, que tiene 310 plazas, 108 de ellas en el Centro de Acogida Municipal. "La gente sin hogar tiende a tener desconfianza hacia todo lo que huele a sistema, porque ha sido el sistema el que los ha apartado y ya no pueden confiar en él", consideraba ayer Ricardo, para el que la educación es una herramienta clave. Él, a sus 53 años, está estudiando un grado medio de Formación Profesional. "Tengo más años que la mayoría de profesores que están allí, pero se puede", subrayó con confianza.

"Les digo a todos que se indignen y demuestren esa indignación por unos canales que sean constructivos. Es muy difícil salir de la calle, es verdad que el sistema está podrido, pero nosotros también formamos parte y tenemos que colaborar para que esto cambie", agregó Ricardo, que quiso lanzar un mensaje de confianza y animó a las personas sin hogar a "tomar un rumbo educativo" y a las empresas a confiar "un poco en nosotros, que no somos bichos, que no tenemos cuatro cabezas, que somos personas".

Desde hace 24 años se desarrolla la campaña Nadie sin Hogar en torno al 27 de noviembre. "Hay que sacar a la luz esa invisibilidad, para que entre todos construyamos una sociedad más justa", dijo Francisco José Sánchez, director de Cáritas. De enero a octubre de este año, Puerta Única ha atendido a 1. 586 personas, un 11% menos que en 2015. Se abrieron más de un millar de expedientes nuevos.

Tres de cada diez hallan una salida

Los datos dicen que descienden las atenciones en un 11% y en casi un 10% los expedientes nuevos, por lo que hay una leve mejoría en la realidad económica de las familias malagueñas. En cuanto al perfil de las personas atendidas, 1.021 tienen entre 36 y 55 años, las mujeres suponen un 22% del total de atenciones y los de nacionalidad española disminuyen un 5% y un 8% los europeos comunitarios. Sin embargo, aumenta en un 9,5% la población procedente del Norte de África. En cuanto a "los datos para la esperanza", como explicaron ayer, tres de cada diez usuarios de Puerta Única entraron en recursos residenciales de larga estancia e iniciaron procesos formativos y de inserción sociolaboral. En las próximas semanas Cáritas abrirá el centro de acogida nocturna Calor y café para las personas que pernoctan en la calle. Bajo el lema Hazme visible. Por dignidad. Nadie sin hogar se celebra esta campaña que hoy realiza un flashmob en la plaza de la Merced a las 12:00.

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