Málaga, de ayer a hoy

De los molinos y la pesca a referente turístico

  • El municipio de Torremolinos surgió en una zona plagada de molinos que en el siglo XVIII pertenecía al término de Churriana y que se consolidó como destino en la centuria pasada.

La playa de La Carihuela de Torremolinos es una de las más conocidas y visitadas de la costa malagueña. Pero su presente como referente turístico poco o nada tiene que ver con su verdadero origen, vinculado a los molinos harineros que había en esa zona ya en época musulmana. Hoy en día solamente es reconocible por la Punta de Torremolinos, la gran roca que se interna en el mar y divide la franja costera del municipio.

En un documento de 1497 ya se mencionaba una torre almenara denominada de los Molinos, situada en ese punto y también conocida como de Pimentel, que formaba parte de la red de atalayas defensivas que jalonaban la costa del Reino de Granada para avisar de las posibles incursiones procedentes del mar. El historiador Víctor Heredia aseguró que la ubicación de ésta "se justificaba por el acantilado natural que le daba una posición dominante sobre las playas adyacentes, que servían de fondeadero para la aguada de los barcos, pero también como elemento de protección de los molinos próximos".

La consolidación del caserío surgido en torno a los molinos se produjo en la segunda mitad del siglo XVIII. La disminución de las incursiones de los piratas y la construcción del Castillo de Santa Clara en el promontorio rocoso de la Punta de Torremolinos ayudaron a proporcionar seguridad a los habitantes de esta zona lindante con la playa. A finales de esa centuria, se fue conformando un núcleo urbano alrededor del cauce que bajaba de los manantiales y "así nació la población de Torremolinos, articulada alrededor del eje formado por el cauce o acequia de los molinos que en su último tramo conformó la calle San Miguel antes de desembocar en el Bajondillo", explicó.

Por esa época se creó la parroquia del pueblo, que se convirtió en un municipio independiente a principios del siglo XIX al segregarse del término de Churriana al que pertenecía. Hacia 1849 contaba con una población de 785 habitantes, aunque creció bastante en las décadas siguientes puesto que los 785 habitantes de ese momento pasaron a 1.903 según el censo de 1860 y en 2.991 en el de 1900.

Poco a poco empezó a ganar fama como lugar de reposo por motivos de salud, y a recibir viajeros que venían atraídos por el clima y la calidad de sus aguas. En La Carihuela se formó el núcleo pesquero del municipio, que en 1924 fue absorbido por el de Málaga. Con el boom turístico las casitas de pescadores y las barcas fueron cediendo el lugar a los chiringuitos y a un paseo marítimo convertido en una referencia gastronómica, con el pescaíto frito como enseña.

La panadería era el sector principal

De la importancia de la actividad molinera para la economía de este sector del piedemonte de la Sierra de Mijas da idea el hecho de que en el siglo XVIII casi la cuarta parte de las familias del término de Churriana, al que pertenecía Torremolinos, vivía de la panadería. En el lugar había 48 panaderos arrieros que conducían el pan con sus propias cabalgaduras a Málaga para su venta.

Un fortín militar hasta 1830

La construcción del fortín de Santa Clara se debió a la iniciativa del ingeniero militar Antonio Jiménez de Mesa, quien en 1763 se comprometió a hacerlo a su costa para resguardar la marina y servir de asilo a las embarcaciones expuestas a la acción de las naves corsarias. Como compensación, obtuvo de la Corona el gobierno vitalicio del castillo. La pequeña fortaleza tuvo uso militar hastala década de 1830.

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