economía | Radiografía de los autónomos en málaga

La montaña rusa de los autónomos

  • Málaga posee más de 111.000 autónomos y, aunque son sus propios jefes, tienen muchos retos fiscales y laborales que superar

Muchos trabajadores por cuenta ajena sueñan con ser autónomos. Piensan en la libertad de horario y en no tener a un jefe por encima que dirija sus pasos. Son dos ventajas claras de ser autónomo, pero todo no es tan bonito como parece. De hecho, hay casi más sombras que luces. Muchos impuestos, morosidad, jornadas maratonianas, incertidumbre constante... Pero en la vida no siempre se puede elegir. Hay autónomos por convicción y otros que han tenido que optar por esta fórmula porque es la habitual en diversas profesiones o ante la dificultad de encontrar un empleo por cuenta ajena en una provincia con una tasa de paro del 20%. Sea cual sea la razón, la realidad es que Málaga cerró el año pasado con 111.601 autónomos dados de alta en la Seguridad Social, lo que supuso una de las cifras más altas de la historia, un aumento del 2,1% respecto al año anterior, el liderato en Andalucía y ser una de las primeras provincias en España.

La mayoría de autónomos son hombres (71.783 frente a 39.818 mujeres) y están presentes en todos los sectores productivos, aunque el mayor número se da en el comercio, la hostelería y la construcción. Según los datos de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Málaga terminó 2017 con 30.806 autónomos en el comercio, 13.788 en la hostelería y 12.023 en la construcción, de forma que entre esos tres segmentos acaparan el 50% del total. En el resto son abundantes en el apartado de actividades científicas, sanitarias, administrativas, industriales o en transporte.

Este diario se ha puesto en contacto con varios autónomos malagueños para conocer en qué situación se encuentran. Uno de ellos es Daniel Salobreña. Su caso es llamativo porque estuvo trabajando hasta hace apenas unos meses por cuenta ajena y decidió dejarlo todo y crear su propia empresa, pasando así a ser autónomo. "Soy una persona inquieta y quería hacer muchas cosas", comenta Salobreña, fundador de la consultoría para emprendedores Diverxia. Su amplia experiencia le ha permitido conseguir clientes con rapidez y trabaja para Ser Emprendedor, está realizando una campaña de emprendimiento con Acción contra el Hambre o es mentor en la Escuela de Organización Industrial (EOI). Salobreña está "feliz" con el paso dado, pero reconoce que no ha sido nada sencillo. "Lo que más me ha costado es que nadie te entrena mentalmente para la frustración y la incertidumbre. Crees que lo vas a tener más fácil, pero hay aspectos que influyen bastante y que te impiden empezar a trabajar cuando quieres. Todo el mundo opina, tanto a nivel profesional como familiar, y no estás en una posición fuerte para que confíen en ti", expone Salobreña, que también desmiente el mito de que siendo autónomo se trabaja menos. "El que piense que crear una empresa es para trabajar menos que lo olvide. Hay que ser muy constante, ahora trabajo de 10 a 12 horas diarias porque el autónomo es el chico para todo y para conciliar con la vida familiar hay que recolocar los horarios", añade este "emprendedor cuarentón" que sí subraya que "la mayor satisfacción es generar un trabajo y que a los clientes le guste".

Sebastián Fernández tiene 33 años y es abogado, una profesión en la que lo habitual es ser autónomo. Confirma que la mayor ventaja es que "te organizas tu jornada laboral trabajando cuando seas más productivo, puedes tomarte un día libre cuando quieras y no ceñirte a tener ocio los fines de semana". Pero, resalta, "el inconveniente de esa libertad de horarios y sobre todo en mi profesión es que al final no separas la vida personal y la laboral, por lo que terminas trabajando mañana, tarde e incluso algunas noches". En materia de ingresos, Fernández explica que el hecho de ser autónomo implica que "no vas a tener unos ingresos fijos, tienes que buscar tus clientes, lidiar con ellos, cosa que no ocurriría si tuvieras un jefe, y sobre todo, lo difícil que se hace captar clientes hoy día, teniendo en cuenta la competencia por la cantidad de letrados que somos en Málaga y sobre todo con los honorarios irrisorios que vemos por parte de algunos compañeros y despachos".

En cuanto a los gastos, los impuestos traen por la calle de la amargura a todos los autónomos. Entre el IRPF, el IVA, la cuota de autónomo, seguros, etcétera Fernández asegura que "tienes que ingresar casi el doble para poder cobrar lo que cobrarías siendo asalariado, a lo que hay que añadir la situación de precariedad por bajas de enfermedad o la dificultad para obtener un subsidio por desempleo".

"Es muy difícil que una economía se levante si a los autónomos le cobran una cuota fija de 300 euros al mes, lo que es una pasada", comenta enojada Esther Medina, una especialista en la realización de cócteles que ha trabajado en varios establecimientos hosteleros en Londres. "Se debería pagar como cuota a la Seguridad Social un porcentaje de lo que se facture y no un fijo porque, además, hay que partir de la base de que hay que pagar tanto si se factura como si no", añade Medina, que subraya que "siendo autónoma se termina trabajando las 24 horas los siete días de la semana y aunque te puedes organizar como quieras es bastante más duro".

"El autónomo es la peor figura de la historia". Así de tajante es el empresario Álvaro Fernández, propietario de la firma cajacartonembalaje.com, quien afirma que "yo tuve la suerte de coger la tarifa de los 50 euros pero tener que pagar 300 euros al mes sin saber qué vas a ingresar no tiene sentido, me gusta más la fórmula de Gran Bretaña en la que pagas por lo que facturas". Fernández cree que los autónomos "somos los que estamos más desprotegidos, trabajamos de lunes a domingo y además de poner en riesgo nuestro capital ponemos en riesgo nuestra seguridad".

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