Un motivo más para proteger San Antón

Botánicos de la UMA hacen el primer inventario de la flora del monte al que proponen como monumento

Monte San Antón con Los Montes de Málaga al fondo.
Monte San Antón con Los Montes de Málaga al fondo.
Raquel Garrido Málaga

03 de enero 2015 - 01:00

Su enorme valor ecológico y geológico, por su cercanía con el parque natural de los Montes de Málaga, es la seña de identidad de un espacio emblemático de la capital de la Costa del Sol que ha sobrevivido al voraz avance del ladrillo y que, sin embargo, no está protegido aún bajo el paraguas de ninguna figura de conservación. Se sabía de su riqueza por referencias científicas anteriores, pero por primera vez se ha hecho un completo inventario de toda la flora y la vegetación de este monte y que avala la necesidad de protegerlo antes de que sea demasiado tarde.

El estudio elaborado por profesores del departamento de Biología Vegetal de la Universidad de Málaga (Málaga) no deja lugar a dudas sobre el valor ambiental de este monte en el que han sido inventariadas casi 500 especies de plantas y 30 comunidades vegetales distintas.

Ya existía algún trabajo previo sobre la riqueza natural de este monte realizado, por ejemplo, por el botánico suizo Edmond Boissier que en 1837 describió la existencia de tres especies encontradas en él y que hasta ese momento no se habían hallado en ningún otro sitio. Pero el profesor de Biología Vegetal de la UMA y uno de los autores de este estudio, Andrés Pérez Latorre, aseguró que es la primera vez que se detalla de forma tan completa la flora y vegetación de una zona que considera que debería ser protegida bajo la figura de monumento natural.

Ha habido algunos intentos previos para conseguir que San Antón sea protegido, pero de momento sólo la parte no urbanizada de la cara sur y una pequeña zona del lado oeste están considerados como parque metropolitano en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la capital aprobado en 2011.

Con una altura de algo más de 500 metros sobre el nivel del mar, el monte San Antón se caracteriza principalmente por su peculiaridad paisajística que nada tiene que ver con el resto de Los Montes de Málaga debido a que está formado por una enorme roca caliza jurásica que marca la diferencia sobre lo que le rodea.

Eso es, según el profesor de la UMA, lo que hace "singular" a este espacio que limita al norte y oeste con el arroyo Jaboneros, al sur con la barriada de El Palo y al este con el arroyo Gálica.

El entramado urbanístico en el que ha quedado rodeado llevó a los botánicos a reducir el área de estudio a unas 116 hectáreas y que se ciñen aproximadamente a los mismos límites de la propuesta que ya hicieron en 2007 otros dos expertos para que el monte fuera declarado como monumento natural. Así, han quedado fuera del inventario de flora y vegetación las zonas de menor altitud por estar más urbanizadas y el arroyo Jaboneros que sí formaban parte de la superficie que estaba prevista ser incluida dentro del parque periurbano del monte San Antón.

A pesar de eso, los botánicos de la UMA han localizado en la zona estudiada un total de 456 tipos de plantas distintas, algunas de ellas cuya presencia no está muy extendida en otros montes y otras con un grado de amenaza preocupante.

En cuanto a los hábitats inventariados en el monte San Antón, el estudio concluye que el paisaje vegetal está dominado por matorrales, espartales y formaciones arbustivas, si bien destaca como relevantes las comunidades rupícolas que habitan los numerosos roquedos de la zona.

Para los vecinos de este entorno, que llevan décadas intentando frenar el urbanismo en la zona y conseguir que se proteja la mayor parte posible de lo que queda, este inventario será un argumento más en su lucha. Ya consiguieron que una sentencia de la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía obligara a la Junta de Andalucía en 2013 a modificar el Plan de Ordenación Territorial de la Aglomeración Urbana de Málaga (Potaum) para proteger adecuadamente las zonas situadas al norte, oeste y sureste de la urbanización Pinares de San Antón para evitar que el ladrillo llegará hasta allí en un futuro.

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