El móvil no tiene cabida en el aula

La prohibición de llevar teléfonos a los institutos y, sobre todo, su uso en clase está generalizada, aunque difieren las sanciones Hay reglamentos que contemplan confiscar los aparatos

Tres jóvenes usan sus teléfonos móviles.
Tres jóvenes usan sus teléfonos móviles.
Cristina Fernández Málaga

11 de mayo 2014 - 01:00

Es raro encontrar a un adolescente que no tenga teléfono móvil, que no se comunique por whatsapp, que no cuente con un perfil en una red social que controle al minuto, que no esté conectado a través del smartphone. Su dependencia al dispositivo electrónico es visible en la calle, en el autobús y también en el centro escolar. De ahí que desde hace ya años los reglamentos de organización y funcionamiento (ROF) de los institutos malagueños contemplen la prohibición de acudir a clase con estos aparatos y, más aún, usarlos durante las horas lectivas. En Andalucía no hay una normativa autonómica sobre este particular. Su regulación se deja a cada centro en el uso de su autonomía. Lo incorporan en su apartado de convivencia.

"No conozco ningún centro que no tenga prohibido su uso", explica Virginia Rodríguez, vocal en Málaga de la Asociación de Directores de Instituto (Adián). Lo que sí difiere de unos colegios a otros son las medidas sancionadoras a los que incumplen dicha prohibición, que van desde amonestaciones a confiscar el teléfono durante días o semanas, dependiendo de la reiteración de la falta. En el instituto Portada Alta se hizo una actualización del ROF el pasado mes de julio. "El claustro votó y prohibió el uso del móvil desde 1º a 4º de Secundaria, este alumnado no puede traer el teléfono al centro", explica Sagrario Grau, directora del centro. El motivo principal, que no se haga un mal uso de estos aparatos.

Sin embargo, a pesar de la regla interna "algunos alumnos los siguen trayendo y cuando un profesor lo detecta se le retira y permanece confiscado hasta el día siguiente que tiene que venir a retirarlo el padre, la madre o el tutor legal del menor", comenta Grau, que en este curso ha contabilizado unos 15 móviles retirados. "Los chicos han tomado bastante mal esta medida porque tienen una dependencia increíble del móvil, han llorado, han pataleado y han dicho qué van a hacer sin su móvil", relata la directora. Pero "nos hemos mantenido firmes y al final han venido al día siguiente, lo que les hace que no lo traigan o lo escondan muy bien, está dando muy buenos resultados", agrega.

Sagrario Grau sabe que la generación de alumnos a los que enseñan en su instituto ha nacido inmersa en las nuevas tecnologías y considera que "no hay que frenar su implantación, sino de hacer un buen uso de estos dispositivos y no perjudicar a terceros". En el IES Portada Alta tuvieron un caso de acoso. "Se subieron fotos, pero se localizó y se paró a tiempo, casos graves no hemos tenido", reconoce su directora.

En el instituto Emilio Prados también está prohibido llevar tanto teléfono móvil como cualquier aparato electrónico como iPod o MP4. Aunque si el alumno lo tiene apagado en la mochila y lo enciende a la salida del centro no se considera falta. "Si detectamos que se está haciendo uso del móvil, que el alumno lo tiene en la mano o manda un mensaje, se lo confiscamos, lo llevamos a jefatura de estudios y se lo devolvemos a las tres", comentan desde la jefatura de estudios del centro. "Eso es la primera vez que ocurre con ese alumno. Si sucede una segunda vez nos lo quedamos hasta el final de semana y a las tres se entrega pero a los padres y el alumno recibe una amonestación verbal", agregan. Si la actitud es recurrente se hacen amonestaciones por escrito y se pone un parte disciplinario ya se que se considera una falta grave según el reglamento de convivencia. "Lo mejor es ser estricto en este sentido para que no haya problemas", opinan en el IES Emilio Prados, en la Carretera de Cádiz.

En el IES Guadalmedina, en Palma-Palmilla, está terminantemente prohibido traer el móvil al centro en todos los niveles pero "es una lucha que tenemos con los alumnos porque la mayoría trae teléfonos, eso sí, una vez que el móvil está en el centro tratamos que no se use", señala el director del instituto, Juan Manuel Fernández. "La verdad es que nos genera un dolor de cabeza, porque el móvil los distrae, escuchan música, están pendiente de si suena el whatsapp o no durante todo el día y se hacen fotos, y estamos muy encima de eso, porque siempre puede ser una foto mal utilizada", apunta Fernández.

Aunque antes confiscaban el móvil, esta práctica generaba problemas no sólo con los alumnos sino también con algunas familias. Ahora se le llama la atención verbalmente y "normalmente atienden a razones". Cuando se sale de lo normal y el alumno no hace caso y no lo deja de usar, se amonesta dentro del régimen interno del centro con un parte, explica el director. Para él la labor educativa y de prevención es básica.

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