Málaga sigue en caída libre en lo que a crecimiento natural se refiere por lo que la crisis demográfica se agrava. Comparando los datos de los primeros meses del año, la provincia sigue perdiendo habitantes si no contamos con los movimientos migratorios. El Instituto Nacional de Estadística ha publicado hoy los datos de nacimientos y defunciones para los primeros meses del año y la noticia no es positiva: se da a luz a menos niños y se registran más fallecidos que en 2019, antes de la pandemia por Covid. 

En cuanto a los alumbramientos, el INE ha compartido las estimaciones de los dos primeros meses del año, en los que se han producido 1.911 nacimientos en total –1.022 en enero y 889 en febrero–, estos son 253 niños menos de los que llegaron al mundo en 2019 y 18 menos que los que lo hicieran en 2022. Si se compara con 2020 –los datos son de los dos primeros meses, así que también es un dato prepandémico–, se han producido 157 alumbramientos menos en lo que llevamos de 2023.

Eso es especialmente preocupante si se tiene en cuenta que el dato de 2022 fue uno de los peores de la serie histórica en los últimos 80 años. Para hacerse una idea, en 1941 –el dato más antiguo que refleja el INE– nacieron en Málaga 15.556, es decir, 3.336 más que en 2022; y hace seis años nacieron unos 2.700 más. Estos dos primeros meses no están siendo alentadores en lo que a recuperar esa cifra se refiere. 

A esto hay que sumar que las defunciones aún siguen en niveles por encima del 2019, último año con datos que no están influidos por la pandemia. Este miércoles el INE también ha compartido la estadística de fallecidos por semana, hasta el mes de marzo –incluido– en este caso y en 2023 han fallecido ya 443 personas más que en el mismo período de 2019. 

En las 13 primeras semana del año 4.071 personas fallecieron, dos centenares más que quiénes perdieron la vida en el mismo lapso de tiempo en 2020, cuando el Covid estaba empezando a tener presencia en España. En Málaga, el primer caso de coronavirus se detectó en marzo de 2020. 

Si este 2023 hacemos un cálculo de nacimientos y decesos hasta febrero –fecha en la que se disponen de ambos datos– los resultados no son halagüeños. La cuenta ofrece una pérdida de 774 habitantes de la provincia en los dos primeros meses del año si no contamos el saldo migratorio, ya que fallecieron las primeras ocho semanas del año 2.685 personas, por los 1.911 alumbramientos. 

Sí es positivo el dato de defunciones si lo comparamos a uno y dos años vista, los años más influidos por el Covid. Pese a no haber vuelto a cifras prepandémicas –no hay que olvidar que la población española y malagueña sigue envejeciendo sin que se le pueda poner freno– el dato se está en torno a un 3% mejor que en 2022 y cerca de un 6% más reducido que en 2021.