Nada y todo se mueve en el PSOE
Off the record
El PSOE tiene previsto anticipar al otoño la nominación de su candidato a la Alcaldía de Málaga, pero es difícil que los aspirantes con 'nombre' acepten, cuando hay tantas cosas en juego en el futuro
MÁLAGA será una de las capitales españolas en las que el PSOE tiene previsto nombrar con mucha anticipación al candidato a la Alcaldía a las elecciones en 2009: en concreto la designación, porque se quiere evitar a toda costa las primarias, quiere concretarse en el otoño. El problema es el candidato/a. Por ejemplo, si es una ministra o un consejero, complicado será mantenerlo año y medio en el cargo para que compatibilice las dos funciones y además se le da excesiva ventaja al contrincante para que prepare una estrategia a oponer al efecto aspirante.
En cuanto a la lista, los que suenan son los de siempre, pero ahora suenan incluso menos por otras circunstancias. El PSOE internamente lleva tiempo preparando los movimientos en Andalucía para tomar posiciones en cuanto se decida la sucesión del presidente Chaves. Y los socialistas malagueños no son la excepción en ese juego de equilibrios territoriales para jugar las cartas. Por ejemplo, en el supuesto de que en esta ocasión, la titular de Fomento, Magdalena Álvarez, dijera que sí a Málaga, es improbable que aceptara la designación cuando pueda aspirar también a encabezar la candidatura a la Junta. Pero es que también siempre está el run run de un ajuste de Gobierno a medio plazo y la opción segura de que otro malagueño llegue al Gabinete: Bernardino León Gross, otro de los nombres recurrentes como alcaldable.
Así que en este impasse en que nadie se puede mover para no quedar descolocado, Rafael Fuentes, el portavoz socialista, el mirlo blanco que impulsaron sus padrinos de la Diputación, también se ha hecho merecedor a que se considere su opción. Dicen que sólo el secretario provincial, Miguel Ángel Heredia, conoce la salida del laberinto, pero por el momento, se niega a compartirla.
GRUPO DE UNO
Ya no hay que temer a que se hable de exageración al afirmar que cuando en Izquierda Unida se junta dos militantes, acaban peleados. El ejemplo son los dos concejales del grupo en el Ayuntamiento de Málaga. El portavoz, Pedro Moreno Brenes, está a punto de salirse con la suya y su hasta ahora compañero, Antonio Serrano, será expulsado del partido para que no utilice las siglas. El secretario del Ayuntamiento, Venancio Gutiérrez, ha realizado consultas con PP y PSOE, porque Moreno Brenes quiere conservar el nombre de IU para su grupo de uno. Al parecer no existirán problemas legales y tampoco habrá objeción por parte de sus compañeros de Corporación de que pueda ser así.
La razón jurídica es que como el grupo estaba constituido con anterioridad no tiene por qué perder su identidad al quedarse en singular. Antonio Serrano pasará al grupo de los no adscritos, otro grupo de uno, y se queda sin técnico que le ayuda en su labor de oposición, como si podrá mantener su compañero Moreno Brenes. La solución para garantizar la paz debe ser que Izquierda Unida sólo saque un concejal por consulta electoral.
También te puede interesar
Lo último