Lo que empezó siendo un proyecto de conservación en una cueva para proteger a los murciélagos ha terminado empleándose en un plan natural para dar solución a la plaga de mosquitos del Guadalhorce. Los vecinos han denunciado en distintas ocasiones la existencia de este problema en una zona muy frecuentada por los malagueños para hacer deporte o simplemente para pasear. Aunque ello sea una misión casi de riesgo por las picaduras y el insecticida sea casi obligatorio llevarlo.

El malagueño técnico en gestión forestal y del medio natural, Antonio Moret ha investigado durante años los beneficios ecosistémicos que aporta el murciélago noctámbulo en forma de plaguicida natural y biológico. Experto en la materia, defiende que es una solución ecosistémica valorada en millones de euros por hectárea para una ciudad. Un proceso tedioso que necesita aún gran financiación para llevarse a cabo en la zona.

Antonio Moret enseña una imagen de un murciélago que habita en la zona

Pero, ¿cuál es la diferencia con la fumigación empleando productos insecticida?  Según asegura Moret, los murciélagos que ocupan la zona del torrente malagueño se comen de 2.000 a 3.000 insectos cada noche. Por ello, dar cabida y utilizar un método natural no perjudica ni al terreno ni a la autoinmunidad que esta generando el mosquito de la zona. El técnico especialista asegura que son cada vez más los que se vuelven resistentes a los piretroides (moléculas con actividad insecticida), como a los derivados del DDT (Dicloro Difenil Tricloroetano, otro derivado de plaguicida químico), es decir, evitar crear un “supermosquito”.

Programa de Seguimiento y Monitorización de Quirópteros y refugios

El sistema que emplea Moret será un seguimiento continúo de la actividad de los murciélagos, recogido con micrófonos ultrasónicos, lo que permite grabar y extraer datos de las distintas especies que habitan en la zona. Actualmente, los análisis de ultrasonidos facilitan el acceso para analizar las dinámicas poblacionales y clasificar las grabaciones hasta nivel de especie, a excepción de algunas que se confunden entre ellas y se agrupan en “grupos fónicos”, lo cual es ideal para dar a conocer qué tipo de murciélago vive en esa zona. Asimismo, Moret recoge que su proyección no es ni más ni menos que llevar a cabo un programa de educación ambiental concreto para este tipo de fauna tan complejo y “divulgar los beneficios de este animal”.  “No se le debe tener miedo a los murciélagos”, añade.

Representación de ubicaciones en las que se encuentran los murciélagos

Las grabaciones recogidas pueden ser analizadas en directo. Moret explica que se hace mediante el software específico de análisis de sonidos de alta frecuencia. Aunque parezca extraño, por el sonido que hace, se identifica al tipo de murciélago. Pueden ser analizados y clasificados por el sonido (con la imagen sonográfica). Este sistema permite diferenciar a cada uno dependiendo de su frecuencia.

Una de las mayores inversiones del proyecto es instalar unos refugios, llamados hoteles para murciélagos, en los que podrán “alojarse” y permanecer en la zona. Cuando estén instalados, se procederá a una serie de revisiones cada mes durante los periodos de más actividad del murciélago. Los estudios se realizaran con conteos directos y recuentos con videos, luces rojas y fotografías con cámaras infrarrojas. Finalmente, en gabinete, para realizar los informes de las especies que encuentren. 

Las especies encontradas hasta la fecha en el paraje son el murciélago común enano (pipistrellus pipistrellus), el murciélago de cabrera (pipistrellus pygmaeus) y el murciélago hortelano (eptesicus isabellinus). Moret explica con seguridad que es muy probable que el programa de seguimiento de murciélagos describan otras nuevas especies durante los próximos años.

El plan natural plaguicida de Antonio Moret se contemplará en el proyecto del Ayuntamiento de Málaga. Se trata de una ordenación del espacio correspondiente al término municipal de Málaga, un proyecto estratégico de ordenación de la fachada sur de la ciudad que cierra el círculo de las iniciativas puestas en marcha para posicionar Málaga a la cabeza de las ciudades sostenibles de nuestro país. Un proyecto de transformación radical de las riberas del río Guadalhorce donde los vecinos esperan, que sea pronto.